Con el calor habitual de estas fechas en Sevilla. Agosto se estrena con temperaturas máximas en torno a los 35 grados pero lejos de registros históricos que, dicho sea, son excepcionales, como los 46,6º que se registraron en el aeropuerto de Sevilla el 23 de julio de 1995.

"Lo normal es que las temperaturas en Sevilla capital estén en valores medios de 28ºC con máximas de 35-36ºC y mínimas de 20ºC en este mes. Agosto es el segundo mes, después de julio, menos lluvioso en la provincia y en principio se espera que se mantenga esta tendencia", apunta Mar Gómez, meteoróloga de eltiempo.es.

Las previsiones para las dos próximas semanas apuntan que aunque el termómetro rondará los 35º de máxima como tendencia general, sólo habrá algún pico puntual en el que se aproxime a los 38º. Una situación parecida a la registrada en el mes de julio en que los sevillanos no han padecido ninguna ola de calor y sólo se han alcanzado los 40º en dos casos puntuales.

El tiempo en Sevilla.

De hecho, hay algo de mito en el calor de Sevilla en verano. Las estadísticas de la Agencia Estatal de Meteorología revelan que Sevilla sólo ha sufrido en 44 años un tercio de las olas de calor y que de las 57 registradas en España, la ciudad sólo se ha visto afectada en 21 ocasiones.

Verano atípico

Ahora bien, este verano comenzó siendo algo atípico, con un mes de julio más fresco de lo habitual. ¿A qué se debe? "Normalmente las olas y episodios de calor que hemos tenido en nuestro país suelen producirse por entradas de masas de aire cálido desde el norte de África y desde el sur de la Península afectando de lleno a Andalucía y por supuesto a la provincia de Sevilla. En este verano esas masas de aire cálido han ido llegando a España por el este peninsular haciendo que el calor no fuera tan destacado en el sur", explica Gómez.

Esta particularidad ha propiciado que, en determinados días, haya hecho mucho más calor en Zaragoza que en Sevilla, por citar un ejemplo. 

Calor húmedo

Una cosa distinta es la sensación térmica. En Sevilla el calor es húmedo y bochornoso muchos días del verano. La explicación está en la localización geográfica de la capital, su latitud y entorno, que hacen que los inviernos sean suaves y los veranos muy cálidos, aunque secos. "Sin embargo la sensación de humedad puede ser provocada por el efecto del Guadalquivir en la región así como del régimen de vientos del suroeste, de procedencia marítima y de poco recorrido continental lo que hace que en ocasiones aumente la humedad y se note cierto alivio térmico", añade Mar Gómez.