El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, ha puesto a disposición del Gobierno de España todos los medios disponibles en el ámbito municipal para colaborar en cualquier tipo de acción humanitaria y de acogida de los ciudadanos de Ucrania que están abandonando su país. Así se lo ha expresado a través de una carta este fin de semana al delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández. 

Ante la agresión militar por parte de la Federación Rusa, el Ayuntamiento de Sevilla ha trasladado de esta manera formalmente al Ejecutivo central todo su apoyo a las iniciativas que se adopten encaminadas a la restitución de derecho internacional vulnerado unilateralmente y a otras dirigidas al restablecimiento de la paz y la convivencia democrática y al respeto de la legalidad y de los derechos humanos, según se recoge en la misiva.

Muñoz suma así el respaldo de la ciudad a las posibles iniciativas que se articulen a través de la Administración del Estado y en coordinación con la Federación Española de Municipios y Provincias. 

Igualmente, el alcalde se ha dirigido también por carta al embajador de Ucrania en España, Serhii Pohoreltsev, para mostrarle la solidaridad y el apoyo, así como la condena firme por la vulneración del derecho internacional que se ha producido. "Le ruego traslade a su pueblo el mayor deseo de paz en nombre de todos los sevillanos. y sevillanas", apunta en su carta Antonio Muñoz.

Desde que estalló el conflicto se han sucedido ya varias muestras de apoyo y condena a la agresión en la capital. Ucranianos residentes en Sevilla se concentraron el pasado jueves a las puertas del Estadio Benito Villamarín para protestar por la invasión rusa que está sufriendo su país aprovechando el partido de la Europa League que enfrentó al Betis con el Zenit. 

Por otra parte, familias de acogida sevillanas han mostrado también su disposición para rescatar a niños de Ucrania y darles acogida durante el conflicto. Hasta Sevilla llegan cada año menores ucranianos que pasan periodos vacacionales con familias de acogida para mejorar sus condiciones de salud pues muchos proceden de áreas vecinas a Chernóbil.