Las Atarazanas de Sevilla fueron construidas en 1252 por mandato de Alfonso X el Sabio fuera del recinto fortificado, apoyándose en el cobijo que ofrecía la muralla y el lienzo que unía las Torres del Oro y de la Plata, entre las Puertas del Carbón y del Aceite.

Plano de Sevilla en el siglo XIII
La elección de este lugar la motivó su proximidad y accesibilidad al río, pues debían estar muy cerca del agua para facilitar la entrada y salida de los barcos. En esa ubicación este condicionante estuvo siempre garantizado, pues la diferencia entre la cota del edificio y el río apenas si llegaba al metro y entre éstas y el agua, se abría la suave pendiente del Arenal.
Siglo XIII: astilleros originales
Lo constituyeron 17 naves paralelas, yuxtapuestas entre sí y separadas por arcadas. A diferencia de la cota actual, 5 metros por encima de la original, su nivel del suelo se relacionaba directamente con el río. Su aspecto hacia el Arenal debía ser el propio de una instalación industrial: un frente abierto para la entrada y salida de barcos, de un modo muy similar al dibujado en la siguiente infografía.

Los usos de las Atarazanas en el siglo XIII.
Siglos XV y XVI: las Atarazanas dejan de ser astillero
A mediados del siglo XV, la actividad como astillero decayó y se realizaron transformaciones arquitectónicas en el interior que no cambiaron la fisonomía del edificio, aunque sí sus usos: artesanos y comerciantes establecieron en ellas sus talleres, tiendas, almacenes e incluso viviendas y, a finales del siglo XVI, las naves 13, 14 y 15 se transformaron para alojar la Casa de la Contratación.

Usos de las Atarazanas durante los siglos XV y XVI.
Siglos XVI-XVII: la Aduana
A finales del siglo XVI se actuó por primera vez en las Atarazanas originales para alojar la Aduana de Indias. El espacio restante se destinó a Artillería, uso que mantendría hasta la actualidad. Este primer asentamiento de las dependencias artilleras se remonta al año 1587, en pleno reinado de Felipe II.

Usos de las Atarazanas durante los siglos XVI y XVII.
Siglos XVII-XVIII: Iglesia y Hospital de la Caridad
En la nave 8 se construye la Iglesia de San Jorge, y en las cuatro naves contiguas hacia el sur se adosa el hospicio, posteriormente hospital, regentado por la Hermandad de la Santa Caridad de Sevilla.

Usos de las Atarazanas en los siglos XVII y XVIII.
Siglos XVIII-XX hasta la actualidad: Real Maestranza de Artillería y Delegación de Hacienda
El establecimiento definitivo en las Atarazanas de este escuadrón del ejército supuso una intervención arquitectónica importante. Las obras de reforma del interior se iniciaron en 1762 y en 1785 se añadió la planta alta, habilitándose como almacenes las bóvedas de las plantas 2, 4 y 6. La Aduana, tras siglos en desuso y abandono, fue demolida en 1940 para construir la Delegación de Hacienda.

Usos de las Atarazanas durante los siglos XVIII al XX hasta la actualidad.
Las más antiguas y las de mayor tamaño
Las Reales Atarazanas de Sevilla no fueron los únicos astilleros medievales que se construyeron en España, pero sí fueron los más antiguos y los de mayor dimensión de su época.
La construcción de todas estas edificaciones estuvo ligada a las necesidades militares de la Corona. En todas estas naves se fabricaban galeras, los barcos destinados a la defensa de la Península de los ataques musulmanes y al comercio en el Mediterráneo. Otras ciudades marítimas españolas, Valencia, Barcelona o Málaga, también tuvieron sus propias atarazanas (palabra sinónima de astillero).

Comparativa a escala de las Atarazanas de Sevilla con otros astilleros medievales.
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