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Coronavirus Sevilla

Atención Primaria: el día a día en el primer dique de contención del coronavirus

  • Los profesionales de los centros de salud atienden cada día a una media de 40 consultas telefónicas y hacen el seguimiento de los pacientes contagiados o con síntomas en sus domicilios

Dos pacientes acceden al centro de salud Amante Laffón, en Triana.

Dos pacientes acceden al centro de salud Amante Laffón, en Triana. / José Ángel García

Han cambiado las bullas de las consultas por las llamadas de teléfono y los cinco minutos por paciente en jornadas de hasta 40 citas presenciales por una atención a distancia a la que dedican la mayor parte de su día a día. La Atención Primaria se ha reinventando en un tiempo récord en el que los médicos de familia, pediatras y enfermeros se han convertido en ese batallón que forman los profesionales de los centros de salud y consultorios, que desde la primera línea contribuyen a contener la propagación del coronavirus a fin de evitar el colapso en los hospitales para que sólo lleguen los casos realmente necesarios o aquellos pacientes que necesitan una prueba diagnóstica concreta.

Con esta premisa clara, el teléfono se ha convertido en la herramienta de trabajo fundamental de la Atención Primaria, ya que las consultas presenciales se han reducido sólo a las imprescindibles y los médicos de familia y pediatras hacen seguimiento a los casos sospechosos de coronavirus en sus domicilios por vía telefónica a través de la cual les trasladan cada día o cada dos sus dolencias y les realizan el seguimiento. De esta forma resuelven también las consultas médicas por otros problemas de salud, según explican los profesionales consultados, aunque coinciden en que mientras al principio de la pandemia la mayoría giraba en torno a la "sospecha de contagio, miedo o estrés", cada vez son menos las consultas de este tipo, debido en parte a la situación de contención en la que se encuentra ya el coronavirus en Sevilla. 

La médico de familia María José González Troncoso. La médico de familia María José González Troncoso.

La médico de familia María José González Troncoso. / M. G.

En el centro de salud María Fuensanta Pérez Quiros de Sevilla Este, perteneciente al distrito Sevilla, trabajan 18 médicos de familia y cinco pediatras. La atención telefónica diaria gira en torno a las 40-45 llamadas. María José González Troncoso es médico de familia en este centro y asegura que la atención presencial se ha reducido a las "cuatro o cinco al día". Aunque esto no siempre ha sido así y matiza que al principio "durante los primeros 15 días del estado de alarma" la afluencia seguía siendo "la normal". Ante una llamada con síntomas, la doctora explica que, en caso de que sean leves, se le recomienda al paciente el aislamiento de 14 días, tratamiento sintomático y seguimiento por parte del médico cada dos días. "Si cambian los síntomas o aparecen nuevos o aumenta la gravedad lo derivamos al hospital", señala.

Desde el principio de la pandemia, en este centro de salud, al igual que en el resto de la provincia, se hizo una separación física de las consultas de pacientes con infección respiratoria del resto de usuarios, donde se pasa consulta con una mayor protección. Como primera trinchera contra el coronavirus, los ambulatorios también han cambiado su manera de trabajar. "Para evitar el contagio entre compañeros por semana la mitad hace teletrabajo y la otra mitad presencial en el centro de salud", explica la doctora que destaca que este centro no cuenta con ningún compañero de baja por infección, aunque, destaca, "tampoco se han hecho test para saber si ha habido contagios". 

En este sentido, lamenta que "la protección al principio fue nefasta". "Entre nosotros fuimos improvisando algunas medidas junto con otras que nos llegaron del distrito algo tarde. Disponemos de batas desechables, mascarillas quirúrgicas y FFP2, pantallas faciales y guantes, del distrito, y muchas donadas por personas", explica.

Los ambulatorios cuentan con un circuito específico para atender dolencias respiratorias

Esta misma situación también se vive en las zonas rurales. Ruth Suárez Corrales es médico de familia en el centro de salud de Lebrija. Al igual que en el ambulatorio de Sevilla Este, los profesionales atienden una media de 40 consultas telefónicas "entre las citadas, los avisos y los imprevistos de cada día", matiza la doctora. También los enfermeros, reseña la facultativa, "intentan en la medida de lo posible resolver algunas consultas por teléfono". Desde que comenzó la pandemia, prácticamente el 80-90% de la agenda diaria completa de cada médico se atiende por teléfono. "Intentamos resolverlo casi todo por teléfono, y lo que no es posible lo citamos para valorarlo en persona o nos desplazamos al domicilio", explica. Como en todos los centros de salud, en Lebrija también han organizado una consulta presencial especial para valorar pacientes con síntomas respiratorios y los médicos van rotando para atender esta consulta, "minimizando el riesgo de contagios entre los profesionales si atendiéramos cada uno a sus propios pacientes con sospecha de Covid-19".

Aunque la atención de consultas relacionadas con el coronavirus son cada vez menos, explica la doctora, se atienden "muchas llamadas con cuadros de ansiedad por la situación actual". No obstante, el día a día se centra en la renovación de recetas, seguimiento de bajas laborales o pacientes crónicos y paliativos. Sin embargo, esta tranquilidad relativa y organización del trabajo no ha sido así desde el principio de la pandemia y la situación, "por momentos ha sido muy dura". "Hicimos una adaptación a primaria del protocolo del ministerio que resultaba poco específico, dado que ningún distrito ni gerencia del SAS nos daba por escrito cómo actuar ante un paciente con síntomas respiratorios. Al principio los niveles de incertidumbre por enfrentarnos a algo nuevo casi sin EPIS era insoportable. Hemos pasado mucho estrés y nos hemos debatido entre el temor al contagio por esta carencia de medios y protocolos y el miedo a no atender correctamente a una persona que lo necesitara. Al final ha vencido nuestro deber al paciente y por eso nos llaman héroes, pero lamentablemente somos el país con mayor porcentaje de sanitarios contagiados", lamenta Ruth Suárez.

La doctora Ruth Suárez. La doctora Ruth Suárez.

La doctora Ruth Suárez. / M. G.

En cuanto al seguimiento del coronavirus, en este centro de salud cada médico atienden entre "15 ó 20 pacientes sospechosos y algunos de ellos confirmados". "A todos los pacientes con síntomas respiratorios, aunque no se hagan ningún test, les hacemos seguimiento como si fueran positivos. En la situación de epidemia asumimos que cualquier persona con síntomas catarrales puede ser Covid-19. Los casos leves los revisamos telefónicamente, damos recomendaciones de aislamiento domiciliario 14 días, y pautamos tratamiento", explica. Los casos en los que se sospecha que puedan tener una patología grave sí les piden que acudan al centro para ser auscultados y si ven algo lo derivan al hospital. "Si aparecen criterios de alarma, especialmente tos, asfixia o fiebre que empeora a partir de la semana de inicio, le pedimos al paciente que acuda de forma presencial para ser valorado y hacer radiografía, o si directamente va a necesitar analítica especial (por tener más de 60 años y enfermedades de riesgo) lo derivamos al hospital de referencia", matiza la doctora.

Un aspecto interesante del trabajo que están realizando en los centros de salud es el seguimiento de los pacientes más frágiles. "Los pacientes crónicos frágiles reciben una supervisión especial de medicina de familia y enfermería, inicialmente consultas telefónicas frecuentes para supervisión de la evolución de síntomas y ajustes de tratamiento, pero si hay que valorarlos y no pueden venir nos desplazamos a su domicilio", afirma la médico de familia Ruth Suárez.

La vocal de Atención Primaria del Colegio de Médicos de Sevilla y profesional del SUAP del distrito Sevilla, Ana María Gómez. La vocal de Atención Primaria del Colegio de Médicos de Sevilla y profesional del SUAP del distrito Sevilla, Ana María Gómez.

La vocal de Atención Primaria del Colegio de Médicos de Sevilla y profesional del SUAP del distrito Sevilla, Ana María Gómez. / M. G.

Fuera de los centros de salud, el Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) también se encuentran en la primera línea de combate. En urgencias a domicilio más de la mitad de los avisos han llegado a ser por síntomas típicos de infección por coronavirus, pero además, "se han atendido pacientes con otros síntomas, que posteriormente han resultado ser Covid positivo, así que actualmente cualquier patología podría ser sospechosa de ser Covid", explica Ana María Gómez, trabajadora del servicio de Urgencias del distrito sanitario Sevilla y vocal del Colegio de Médicos de Sevilla, y continúa, "además hay muchas personas asintomáticas pero contagiosas y no lo sabe porque no se están haciendo test en la población (tampoco en los sanitarios), luego no se puede bajar la guardia y tenemos que ir muy bien protegidos a todos los domicilios".

Al igual que ha ocurrido en los ambulatorios, la pandemia también ha modificado la organización interna de su trabajo. En el caso del SUAP de Sevilla capital se han diferenciado tres ambulancias para atender pacientes posibles Covid y otras tres para el resto de patologías. No obstante, pese a esta previsión, "la protección sigue siendo insuficiente y deficiente en Atención Primaria", manifiesta la vocal del Colegio de Médicos de Sevilla. "Es frecuente que nos llamen para valorar a un paciente pero luego en el domicilio hay también otros familiares, que podrían ser portadores de coronavirus, por tanto es muy importante que dispongamos de medidas de protección efectivas y que sigamos unas medidas preventivas muy importantes como el desalojo de familiares de la habitación, apertura de la ventana, mascarilla quirúrgica para el paciente, interrogatorio previo a la visita para minimizar el tiempo de exposición a la carga viral... Con una protección efectiva, dejaríamos de ser contagiados y vehículos de contagio", afirma Ana María Gómez.

El pediatra Cristóbal Coronel en su consulta. El pediatra Cristóbal Coronel en su consulta.

El pediatra Cristóbal Coronel en su consulta. / M. G.

De igual modo, si la atención de los adultos se ha reorganizado también lo ha hecho la de los más pequeños y ahí están los pediatras, poniendo todo de su parte para resolver dudas y consultas. Uno de ellos es Cristóbal Coronel, que pasa consulta en el centro de salud de Amante Laffón en Triana. El pediatra reflexiona sobre la situación actual que se está viviendo en los centros de salud, donde se ha demostrado que la mayoría de consultas se pueden atender por teléfono, y puesto de manifiesto que "las urgencias de antes, en su mayoría eran prisas". No obstante, sí destaca el doctor que, por el miedo al contagio "la asistencia en consulta es ahora para casos más graves por la demora". Coronel resume su jornada laboral en una media de cuatro atenciones presenciales y unas "diez o doce" consultas por teléfono, cuando hace tres meses, matiza, "lo normal era atender cuarenta niños diarios en consulta entre citados y urgencias".

Que el coronavirus no afecta de forma grave a los más pequeños queda constancia en que la mayoría de las consultas que atienden los especialistas no están relacionadas con el Covid-19. Respecto a las consultas más habituales de los últimos días "se encuentran patologías alérgicas y accidentes domésticos". Y aunque las vacunaciones infantiles no se han suspendido, como tampoco las revisiones de niños sano, el pediatra avisa de un descenso notable en el número de visitas de este tipo y advierte del peligro. "Hay que proteger a los más pequeños, no queremos que por el coronavirus nos salgan nuevos brotes como la tosferina o la varicela. Todos los días tenemos citas libres en vacunación cuando antes las citas se daban con meses de diferencia, los niños son los mismos, no se han esfumado y por lo tanto la razón es que no vienen por miedo. No podemos dejar de revisar a los bebés menores de 15 meses porque por ejemplo en un recién nacido de dos meses la revisión es crucial porque supone la mitad de su vida", dice el pediatra Cristóbal Coronel.

Los profesionales coinciden con la vocal del Colegio de Médicos de Sevilla en la "labor de contención fundamental" de la Atención Primaria en esa crisis sanitaria. Una labor que, "aunque no sea muy visible ni quede cuantificada -explica Ana María Gómez al no realizarse test de detección del virus- sí revierte en un resultado global fenomenal que evita la congestión de las urgencias hospitalarias y evita la transmisión descontrolada de la infección". "Los datos que salen en los medios, son los de casos diagnosticados, atendidos e ingresados en los hospitales, que suponen la punta del iceberg de lo que se atiende en Atención Primaria. Ha quedado de manifiesto el papel fundamental de la Atención Primaria, ahora especialmente en esta crisis, pero realmente, siempre", concluye.

De cara a un futuro, el secretario de Atención Primaria en el Sindicato Médico de Sevilla, Rafael Gómez, espera que esta pandemia sirva de aprendizaje para dar a la Atención Primaria su valor. En un momento en el que la situación está "estabilizada", con una "notable reducción de la presión asistencia" y con "cada vez menos profesionales de baja", Gómez no deja pasar la oportunidad para lamentar la pérdida de los que quedaron en el camino. "El 12 de abril celebramos el Día de la Atención Primaria más triste que hemos tenido. Para nosotros fue un día de luto en recuerdo a los 29 facultativos que han perdido la vida en esta pandemia, 14 de ellos de primaria. Ellos son los héroes", manifiesta Gómez.

En cuanto al papel de los centros de salud en esta batalla contra el coronavirus, el secretario de Atención Primaria del Sindicato Médico de Sevilla considera que son una parte "fundamental" gracias a la cual se ha evitado el colapso de las Urgencias hospitalarias. Y sobre el futuro, insta a las autoridades a que arbitren medidas para preparar una vuelta a la normalidad en la que asegura "se tendrán que atender muchas consultas de pacientes que llevan todo este tiempo sin ser vistos por los profesionales" y en la que será "imposible" que se puedan cumplir los cinco minutos por pacientes.

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