El peso de las medidas que se adopten a partir de ahora para amortiguer la caída de la economía y el empleo corresponde al Gobierno central y también a la Junta de Andalucía, pero ¿hay algo que pueden hacer también los ayuntamientos? El gobierno municipal de Sevilla está estudiandoya las fórmulas para complementar este plan de choque con medidas que se irán anunciando en los próximos días. No hay nada decidido, pues la intención es esperar también para ver el alcance de la batería que se adopte a nivel estatal o regional, pero todo apunta a que serían ayudas en materia fiscal.
Mientras tanto, la oposición tendió ayer la mano al gobierno de Juan Espadas. Según adelantó el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sevilla, Beltrán Pérez, su grupo le ha hecho llegar al alcalde “un paquete de medidas fiscales destinado a aquellos que más están sufriendo y más van a sufrir las consecuencias de esta crisis”.
En concreto, el plan de choque del PP contempla medidas de apoyo extraordinarias para el comercio autónomo. También bonificaciones en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) a los locales que se destinen a la hostelería, el comercio u otras actividades de ocio y turísticas. Igualmente, el plan apunta a reducciones en la tasa de ocupación de la vía pública que, entre otros, podrían favorecer a los negocios de hostelería con veladores y terrazas.
Por último, Pérez invita al gobierno municipal a ejerer de mediador ante las entidades bancarias para que concedan créditos y ayudas a los empresarios afectados por esta crisis.
¿Hay algo más que pueda hacer el gobierno municipal? Promocionar la ciudad. Este tipo de acciones, que se han desarrollado intensamente en los últimos años con acierto, perseguirían atraer hasta la capital a inversores y visitantes. Al margen de esta línea de ayudas, el relanzamiento de la ciudad como destino turístico será una estrategia que el Ayuntamiento tendrá que acometer irremediablemente para intentar que la senda de crecimiento imparable registrada en los últimos años se frene. La alianza público-privada ha sido clave y deberá seguir siéndolo.
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