El acceso a la vivienda es un problema crónico en la ciudad desde hace años. Una de las primeras preocupaciones a las que el Ayuntamiento de Sevilla trata de dar respuesta con una estrategia no exenta de crítica por parte de la oposición, que lamenta que en los más de cinco años de gobierno de Juan Espadas no se haya construido ni una sola vivienda social.

Es un dato objetivo que desde el equipo del socialista se combate con la siguiente explicación: en mayo de 2015 la Empresa Municipal de la Vivienda de Sevilla, Emvisesa, se encontraba en una complicada situación financiera, con 291 viviendas que era incapaz de vender y sin un Plan Municipal con el que diseñar proyectos de futuro. ¿Qué hizo entonces el nuevo gobierno municipal? Cambió de táctica y, alegando que no estaba en condiciones de promover nuevas viviendas, optó por utilizar todos los “recursos instantáneos”: inmuebles del propio inventario de la empresa municipal o privados, esto es, viviendas vacías.

Lo cierto es que desde 2015 el Ayuntamiento de Sevilla ha entregado una media de 20 pisos al mes y en estos momentos no tiene ninguna vivienda sin ocupar. En total, Emvisesa ha adjudicado 1.139 desde junio de 2015, incluyendo las 291 de su propiedad que encontró sin uso. Más de la cuarta parte de las viviendas, exactamente 310, han ido a parar a familias en riesgo de exclusión social, a través de un procedimiento excepcional de entrega.

Ante la imposibilidad de construir nuevas viviendas en un plazo razonable, el Ayuntamiento ha recurrido a varias claves para incrementar el parque: el cambio de régimen de viviendas en venta a alquiler, la firma de acuerdos con entidades financieras para acceder a viviendas apalancadas o la entrega de suelos a cambio de viviendas ya terminadas, como es el caso de una permuta en Ramón Carande, y la compra y el alquiler a particulares de viviendas que mantenían vacías.

Captar este tipo de viviendas es uno de los retos para los próximos años. Emvisesa va a lanzar en breve una nueva campaña para llevar una oferta de compra o alquiler a todos los propietarios de viviendas vacías de Sevilla. No es la primera vez que lo hace, pero el gancho esta vez es la mejora de las condiciones, centradas en el aumento de la oferta de compra hasta los 118.000 euros y en la eliminación de trámites burocráticos. Hay otra novedad: Emvisesa ofrece la compra de un conjunto de viviendas a un titular incluso si alguna de ellas pudiera tener un inquilino, siempre que sea lo minoritario; respetaría a esos ocupantes y el resto lodestinaría a alquiler social.

De momento, de esta manera, Emvisesa ya ha logrado hacerse con 45 viviendas de particulares, 28 de ellas mediante la compra y 17 en alquiler. También ha llegado a acuerdos con grandes entidades financieras y les ha alquilado 8 viviendas que mantenían vacías. Gracias a la permuta de suelos ha comprado 63 viviendas terminadas que ya sirven de hogar a otras tantas familias. El ejercicio del derecho de tanteo le ha permitido adquirir otras 12 viviendas construidas gracias a subvenciones públicas en su momento. En el propio parque público de viviendas existían 48 pisos vacíos que Emvisesa ha detectado y reincorporado. El traspaso de viviendas en régimen de venta a alquiler ha facilitado la adjudicación de 110 pisos que no se vendían a otras tantas familias. Y finalmente, hay 11 viviendas que constituían pisos-cárcel para sus propietarios y que Emvisesa ha comprado, adecuado y adjudicado y ha entregado en régimen de alquiler con las condiciones de habitabilidad necesarias, generalmente, a personas mayores que no podían seguir viviendo en pisos sin ascensor.

“En resumen, más de 300 viviendas que se hallaban vacías y Emvisesa ha transformado en hogares”, comenta el gerente, Felipe Castro. Y ésta es una línea que se potenciará en los próximos años, sin abandonar la intención de construir viviendas nuevas y ya ha solicitado licencia de obras para la construcción de las primeras 410 protegidas del total de 1.080 que pretende desarrollar durante los próximos años.

Una de las nuevas promociones de Emvisesa en la ciudad.

Se trata de las seis primeras promociones que forman parte del nuevo Plan Municipal de Vivienda y que suponen una inversión de 40 millones de euros. Proyectos que verán la luz gracias a los acuerdos suscritos con el Banco Europeo de Inversiones y el Instituto de Crédito Oficial (ICO) además de los recursos propios de la empresa municipal. Estas nuevas licencias se suman a las 83 de Cisneo Alto cuyo inicio es inminente, antes de que acabe el año, y a las 3 viviendas que se construirán en la calle Sol  en el Casco Antiguo, para las que se ha solicitado un reformado y que arrancarán la próxima primavera. Hay otros proyectos en  Hacienda El Rosario, que se iniciará en verano de 2021, mientras que en otoño lo harán Pítamo Sur, La Salle, Su Eminencia, Tejares y Torre Rosario.

Los proyectos inmediatos de Emvisesa giran en torno a un tercer eje, junto al de captar viviendas vacías y construir nuevas, que es el desarrollo de un programa de alquiler asequible. El Ayuntamiento ha abierto ya una convocatoria gestionada por Emvisesa para la promoción de 1.000 viviendas en alquiler asequible de promoción privada que puede suponer una inversión de 100 millones de euros. Se trata de incentivar a promotores privados para que construyan viviendas en alquiler en suelos que ya tienen en su poder y están calificados a tal efecto.

El adjudicatario tipo de las viviendas en alquiler asequible es una pareja con ingresos medios, excesivos para la VPO tradicional promovida por Emvisesa pero insuficientes para acceder al mercado libre. En una vivienda asequible de 90 metros cuadrados construidos, por ejemplo,  el alquiler oscilaría entre los 457 y los 640 euros mensuales con la garantía de que no habrá cambios o variaciones, sólo el IPC durante el tiempo de vigencia del contrato, según explican fuentes de Emvisesa.

El delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz; y el gerente de Emvisesa, Felipe Castro.

Así, en cada promoción existirá una mitad de viviendas en alquiler más asequible a las que podrán acceder sólo unidades familiares con ingresos hasta 4,5 veces el IPREM; y la otra mitad tendrá un precio algo más elevado y sólo podrán acceder unidades familiares con ingresos hasta 5,5 veces el IPREM. De esta manera se pretende garantizar la estabilidad en los precios y en el uso de las viviendas. Los contratos serñan de un mínimo de 10 años prorrogables otros cinco. Un marco que beneficia al titular y al ciudadano arrendatario y que busca evitar también la especulación, puesto que se fija un límite para la desprotección de la vivienda de 30 años.

Con creatividad y trabajo duro, Emvisesa está respondiendo a todas las horquillas de ingresos mediante diferentes soluciones, según comenta el gerente de la empresa municipal. “La Oficina Municipal por el Derecho a la Vivienda cuida de las personas en riesgo de exclusión social. Se han adjudicado más de 300 viviendas por vía urgente y tramitado más de 1.500 expedientes de personas en riesgo de quedar sin hogar, de manera exitosa. Las familias con recursos limitados han recibido otras 829 viviendas mediante procesos de adjudicación que podemos denominar estandarizados. Hay otras 1.000 viviendas de nueva construcción, en venta y alquiler, destinadas a estas familias. Y esperamos que las familias con ingresos medios puedan acceder a 1.000 viviendas en alquiler asequible”, comenta Castro, convencido de que Emvisesa cumple con una labor social mientras surgen polémicas municipales por el cambio de los estatutos que permitirán a la empresa centrarse también en otro tipo de obras.