Baños contra los linfomas y la psoriasis
El Hospital Virgen Macarena desarrolla una nueva técnica que evita los efectos secundarios de los medicamentos orales
Los baños con psoraleno, una sustancia que sensibiliza la piel al sol, acompañados por radiación controlada de rayos ultravioleta se han convertido en el Hospital Virgen Macarena en una alternativa terapéutica muy eficaz para pacientes crónicos que sufren enfermedades de la piel como psoriasis muy extendida o linfomas cutáneos. La fototerapia, que se utiliza en Dermatología, da un paso más en el hospital sevillano con el desarrollo de este nuevo tratamiento denominado PUVA (Psolareno Ultravioleta del tipo A).
Durante el primer año de aplicación en el Macarena los 15 pacientes sometidos a esta terapia "han mejorado de manera notable en su calidad de vida", explica el dermatólogo Alberto Herrera. En la actualidad son muy pocas las unidades hospitalarias que cuentan con esta terapia y el Virgen Macarena prevé dar cobertura a los pacientes con psoriasis graves y linfomas en Andalucía occidental.
La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel de origen genético que se manifiesta con lesiones escamosas y que generalmente aparece entre los 15 y los 35 años. No es contagiosa, pero esta enfermedad suele someter a los pacientes al rechazo social por las lesiones que padecen en zonas visibles del cuerpo. El tratamiento tradicional para abordar la psoriasis se basa en medicamentos administrados por la vía oral y la radiación ultravioleta. Pero en los casos de enfermos pluripatológicos los medicamentos están contraindicados por el daño que pueden causar en el hígado. Hasta la fecha este perfil de paciente carecía de alternativas para frenar la psoriasis o los linfomas. Los baños con psoraleno abren una nueva vía para estos pacientes.
En el caso de los linfomas cutáneos, "la administración de tratamiento tiene una importancia vital para frenar la enfermedad e impedir que se generalice o que se extienda a la sangre o los ganglios", añade el especialista. Los baños con psoraleno también están indicados para otra enfermedad llamada injerto contra huésped que pueden sufrir las personas sometidas a un trasplante y que se manifiesta en la piel.
El tratamiento se basa en la introducción del paciente en una bañera que contiene un psoraleno (8-MOP) que se diluye en el agua. El paciente permanece 15 minutos el tiempo suficiente para que la piel se sensibilice a la luz para posteriormente entrar en una cabina de rayos ultravioleta. Por último el paciente se baña de nuevo para que el psoraleno se retire de la piel y eliminar los riesgos de quemaduras por el sol.
Las ventajas frente a los tratamientos tradicionales son múltiples porque se eliminan los efectos secundarios adversos de los medicamentos orales en pacientes que sufren otras patologías que pueden agravarse. Estos baños además tienen propiedades sedantes y tonificadoras para el organismo.
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