En contra de lo previsto, la comisión de peticiones del Parlamento Europeo dejó ayer sobre la mesa su conclusión definitiva sobre la queja de los vecinos del Prado a cuenta de las obras de la biblioteca universitaria en los citados jardines. La respuesta de Bruselas a esta polémica se aplaza al menos un mes, hasta el próximo jueves 1 de octubre.

A un mes para conocer la conclusión del organismo al que los vecinos han pedido amparo, fuentes de la comisión de peticiones aseguran que Bruselas sigue manteniendo que la obra de la biblioteca en los jardines no le compete porque ninguna disposición de las ayudas europeas que se concedieron en 1997 impedía volver a hacer nuevas obras en esa zona verde.

La reunión de coordinadores de los diferentes grupos políticos donde debía cerrarse ayer este tema del orden del día no lo abordó finalmente porque la sesión (de 9:00 a 9:45) se agotó con otro asunto concerniente a España: la contaminación de la ría de Huelva. Las mismas fuentes aseguran que es "normal" que se den estos aplazamientos cuando hay asuntos más urgentes.

Con el mismo argumento, este órgano de la eurocámara tampoco hablará del proyecto de la biblioteca sevillana en la reunión extraordinaria de coordinadores de grupo que se celebrará el próximo lunes 14 de septiembre, ya que las fuentes sostienen que el tiempo que hay será para abordar el informe anual del Defensor del Pueblo de la UE.

Hasta la reunión ordinaria del 1 de octubre no se prevé que la comisión de peticiones fije una fecha sobre el debate final del Prado. Para entonces también se espera que este órgano tenga sobre la mesa la información sobre este tema que aún está pendiente de analizar y que procede de la Comisión Europea.

Según las fuentes, ese informe tiene que analizarse pero la postura del Ejecutivo comunitario favorable a la Universidad y al Ayuntamiento (y por tanto contraria a las tesis de los vecinos) ya quedó clara en el primer debate celebrado este martes en la comisión de peticiones del Parlamento Europeo.