Sevilla

Cae la banda de los Zíngaros tras un secuestro en Los Pajaritos

  • La Policía detiene a seis personas y libera a la víctima, que fue acuchillada de madrugada y llevada hasta un bloque

  • La pareja de la víctima del secuestro tuvo que ingresar en el hospital, también con heridas de arma blanca

Cae la banda de los Zíngaros tras un secuestro en Los Pajaritos / DGP

La Policía Nacional ha detenido a cinco personas por su presunta participación en un secuestro en Los Pajaritos, después de que acuchillaran y retuvieran contra su voluntad en una vivienda del barrio a un hombre a altas horas de la madrugada. Los arrestados forman parte de la banda de los Zíngaros, una organización familiar dedicada al tráfico de drogas en Los Pajaritos, llamada así por el nombre de una de sus integrantes.

La operación, que se denomina precisamente Zíngaro, se ha cerrado también con un sexto detenido, aunque a éste sólo se le imputa un delito de tráfico de drogas. Al resto de los miembros se les acusa también de los cargos de detención ilegal y lesiones.

Entre los detenidos está un viejo conocido de las Fuerzas de Seguridad desde que era casi un niño, J. J. V. G., alias el Demonio, de 35 años, que en su día lideró una banda de atracadores juveniles conocida por el mismo apodo, muy activa desde finales de los años noventa y principios del siglo XXI. 

La Policía considera líder del grupo de secuestradores a A. C. F., conocido como el Catalán, de 28 años. Es la pareja sentimental de Z. J. J., la Zíngara. Junto a ellos han sido detenidos otras tres personas que estarían en un escalón inferior del clan. Son M. R. C., de 47 años; J. G. P., de 55; y J. O. C., de 34. A los dos primeros se les imputa el secuestro y las lesiones, mientras que al último solo la venta de drogas.

El incidente que ha esclarecido recientemente el Grupo de Atracos de la Policía de Sevilla ocurrió la madrugada del 5 de noviembre, si bien no ha sido hasta hace unos días cuando se ha completado la operación, de la que la Policía ha informado este miércoles. Sobre las cuatro de aquella noche, una mujer llamó al 091 alertando de que se habían llevado a su pareja.

Según su relato, la mujer estaba paseando con su compañero sentimental cuando dos desconocidos los abordaron con un arma blanca y los acuchillaron. Ambos se llevaron al hombre al interior de un bloque de la calle Candelón, mientras que ella logró huir hasta una zona próxima desde la que pudo llamar a la Policía. 

Un patrullero llegó al lugar y encontró a la mujer sangrando en el suelo, con múltiples heridas por todo el cuerpo. Después de atender a la víctima, y ante el peligro de muerte en que podía estar su pareja, los agentes accedieron al bloque donde supuestamente mantenían al hombre retenido. 

En el interior del portal, los policías encontraron restos de sangre e indicios compatibles con el arrastre de una persona. Subieron hasta la primera planta, donde desde una de las ventanas del rellano observaron en el interior de una de las viviendas a un hombre maniatado y con restos de sangre en la cara. 

Los policías avisaron a los Bomberos, para que pudieran abrir la puerta del piso. Una vez dentro, los agentes comprobaron que los autores habían huido momentos antes a través de una de las ventanas, que comunicaba con uno de los patios interiores clásicos de los bloques de los Pajaritos. En esta primera intervención participaron los agentes del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) de la Policía Nacional y uno de los indicativos Torre de la comisaría de Sevilla Este.

Una vez liberado el rehén, las víctimas fueron asistidas y trasladadas al hospital, donde la mujer tuvo que ser ingresada por las lesiones que presentaba. Se inició entonces una investigación que recayó en el Grupo de Atracos, unidad que también se encarga habitualmente de los secuestros. Tras varios meses de gestiones y pesquisas, los agentes consiguieron localizar a los presuntos autores del rapto. 

Todos ellos son miembros del clan de los Zíngaros, un conocido grupo criminal de Los Pajaritos dedicado al tráfico de drogas, que había sido desmantelado hace cuatro años. Los agentes averiguaron que el líder de la organización y su pareja, también investigada, utilizaban frecuentemente dos domicilios de un mismo bloque. No salían a la calle porque tenían varias reclamaciones judiciales de ingreso en prisión.

Contaban también con un tercer piso que usaban como punto de venta activo de droga, y que fue el lugar en el que encerraron al secuestrado. El 17 de febrero, los agentes del Grupo de Atracos, apoyados por los patrulleros de la Brigada de Seguridad Ciudadana y por la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) establecieron un dispositivo para detener a los miembros de la banda. Se practicaron tres registros domiciliarios.

En los registros se intervinieron 30 gramos de cocaína y más de 3 gramos de heroína, así como numeroso instrumental utilizado para cuantificar y dividir dosis. También se hallaron machetes de grandes dimensiones y navajas, que los investigadores relacionan con armas utilizadas para defender el punto de venta de drogas ante posibles ataques de otros clanes.

El juez ha decretado el ingreso en prisión para cinco de los seis detenidos. Todos ellos tienen numerosos antecedentes por tráfico de drogas, robos con violencia, tenencia ilícita de armas y receptación. El más conocido de ellos es el Demonio, también apodado Guajito, hijo de un veterano atracador de Sevilla, que siguió pronto los pasos de su padre. 

Fundador de la banda del Demonio, acumula decenas de detenciones desde que era adolescente. Se le relacionó con el asalto al parque acuático Guadalpark, cometido el 9 de agosto de 2004, donde un grupo de encapuchados robó 120.000 euros tras irrumpir armados con pistolas y cuchillos y maniatar al vigilante. Sería absuelto de aquel robo. Tres años después volvería a ser detenidos por un robo de 80.000 euros al representante de una conocida cadena de hostelería, también ocurrido en Sevilla Este.

Esta es la segunda operación destacada del Grupo de Atracos de la que la Policía informa en menos de una semana, después del arresto del líder de una banda de atracadores de narcos que llevaba más de un año fugado y que fue detenido en una finca de Utrera. Es también el segundo secuestro que la Policía esclarece en Los Pajaritos en poco tiempo, pues ocho días después de este caso hubo otro rapto en un edificio cercano.

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