La provincia de Sevilla continúa con la escalada de casos de Covid iniciada hace ya dos semanas cuando, tras la celebración de la Feria de Abril, se registró un repunte de contagios que ha llevado a capital a una incidencia superior a los 1.000 positivos por 100.000 habitantes y que se sitúa este viernes por encima de 700 en el conjunto de la provincia. Pese a todo, el crecimiento, que tuvo su pico a finales de la semana pasada, ha empezado a ralentizarse, tal y como indican los datos, con aumentos de la tasa más moderados tras llegar a crecer en más de 200 puntos entre el martes y y el viernes de la semana pasada.

Pese a todo, las cifras son muy elevadas, sobre todo, teniendo en cuenta que sólo miden la incidencia entre los mayores de 60 años, que es al grupo al que Salud sigue haciendo pruebas de detección. Mientras la provincia amanece este viernes con una tasa de contagio de 704 casos por cada 100.000 habitantes, 45 puntos más que el martes, en la capital, zona álgida de la séptima ola en la provincia, se ha pasado en tres días de 923 casos por 100.000 habitantes a 1.007, muy por encima de la media andaluza, situada en los 603 casos.

Así, las nuevas infecciones notificadas este viernes han sido 1.999, que elevan por encima de las 300.000 el total registrado desde que comenzó la pandemia hace más de dos años. También siguen en aumento los fallecimientos. Quince personas más han perdido la vida en la provincia en los últimos días a consecuencia del virus, siendo ya casi 3.000 el total de víctimas que deja la crisis sanitaria (2.925).

Lo positivo es que en los hospitales sigue sin notarse el efecto de la explosión de contagios. Los centros sanitarios de la provincia bajan el número de camas dedicadas a la enfermedad hasta las 218, tras una escalada el martes que llegó a 257 ingresos, y en la UCI también se baja la cifra, pasando de 15 a 11. No obstante, el volumen de ingresos sigue siendo muy elevado, con 126 nuevos registros en los últimos tres días.