"Me propinó un fuerte golpe en la cabeza cuando me encontraba en una zona del hospital esperando resultados de mi hija y comencé a sangrar en grandes cantidades". Antonio Rivero, de Villanueva del Ariscal, explica con estas palabras la agresión que sufrió el pasado lunes en el Hospital San Juan de Dios del Aljarafe a donde acudió con su hija tras un accidente.

La niña, que tiene un año y medio de edad, se cayó y su padre temía que hubiera sufrido una fractura grave cuando acudió al centro hospitalario. Eran las dos de la tarde del 1 de febrero cuando la pequeña de Antonio quedó ingresada en Observación. Como cualquier padre en una situación similar, Antonio se encontraba desesperado y ansioso por conocer los resultados de las pruebas. "Le hicieron radiografías y análisis", recuerda aún con nerviosismo. Tras un continuo ir y venir por el centro hospitalario, Antonio trató ayer de expresar la angustia de esos instantes: "Tenía a mi hija sobre los hombros cuando se cayó, escuché un golpe seco y pensé en que podía sufrir alguna fractura craneoencefálica. Ingresó en el hospital pero durante horas no supe nada".

Antonio reconoció que se encontraba muy inquieto por la situación de su hija. "En torno a las siete de la tarde nos dieron resultados y gracias a Dios mi hija no tenía nada", añadió. Pero los problemas continuaron para esta familia. Cuando se encontraba en una zona de hospitalización a escasos metros de la sala de espera de Urgencias, un agente de seguridad se le acercó y se generó una situación conflictiva .

Según relata la víctima, el agente de seguridad le golpeó fuertemente en la cabeza y comenzó a sangrar. En ese momento, Antonio optó por llamar a la Guardia Civil y a su abogado tras percatarse de que cerca había unas cámaras que habían grabado los hechos. "Mi abogado presentó por escrito una petición al hospital para la custodia de las imágenes de las cámaras", incidió Antonio. Tras asegurarse las pruebas de lo ocurrido, este hombre accedió a que lo atendieran en las Urgencias donde una especialista constató que tenía una fractura múltiple en la nariz. La primera doctora que lo trató lo remitió al Virgen del Rocío ya que requería de un estudio de Cirugía Plástica. Antonio fue sometido el martes a una operación en la nariz pero el cirujano le comunicó que es probable que sea intervenido de nuevo.

Tras la operación, Antonio presentó una demanda criminal contra dos vigilantes, el presunto agresor y un testigo, pero no contra el hospital. El centro hospitalario aseguró ayer que, de momento, no tiene constancia de la denuncia.