La crisis del coronavirus ha provocado una nueva batalla en la guerra que desde hace años libran el sector del taxi y el de los VTC (Vehículos de Transporte Concertado). Ante la caída de la demanda de viajeros, las principales empresas de VTC, Uber y Cabify, han reorganizado su trabajo y están haciendo servicios de paquetería y pedidos de comida con entrega a domicilio.

En Sevilla hay ya un acuerdo entre el Mercado de Triana y Uber para que los usuarios puedan encargar sus productos y sea un conductor de esta empresa quien se lo lleve a casa. Una práctica que el taxi considera ilegal, al entender que las licencias de VTC son únicamente para transportar viajeros y no mercancías.

"El transporte de alimentos perecederos está sometido a unas normas muy estrictas que pretenden preservar la inocuidad y la aptitud del producto alimentario para el consumidor final. En este sentido, los alimentos perecederos, además de la normativa general relativa al transporte de mercancías, están regulados de forma especial por un acuerdo de transportes internacionales y de vehículos especiales adaptados a este fin", explica el presidente de la asociación Elite Taxi Sevilla, Pedro López, en una carta enviada a la Junta. 

En esta misiva, el representante de este colectivo de taxistas, plantea una serie de demandas a la Consejería de Fomento y Transportes. Una de ellas es denunciar y sancionar a Uber por "la ilegal práctica de alimentos que presta al Mercado de Triana", así como poner este hecho en conocimiento de las autoridades sanitarias para que investiguen las posibles infracciones que esté cometiendo.

Otra de las peticiones es que se extreme el control para que Cabify no comience a prestar en Andalucía el servicio de envíos que ha desplegado en la Comunidad de Madrid.