Por la vía de urgencia y sin mayores anuncios. El Ayuntamiento recalifica el Estadio de la Cartuja para que pueda acoger usos terciarios. Tendrán que aprobarlo el Pleno ordinario, donde el PP arrasa con sus 20 concejales, y la Junta de Andalucía, donde se corre el riesgo de un nuevo capítulo de la confrontación política entre administraciones de distinto signo político. Se recalifica el recinto deportivo sin que haya nuevos inversores. O, al menos, no ha trascendido por el momento el interés de ninguna firma.

La empresa Decathlon comunicó oficialmente el pasado julio que desistía de su inversión (de 20 millones de euros) en Sevilla al ser urbanísticamente inviable su implantación en una de las parcelas propiedad de la sociedad Estadio Olímpico. El alcalde anunció hace menos de un mes que promovería una modificación puntual del Plan General para hacer posible inversiones de estas características, pese a que la firma deportiva ya dio por cerrada la operación. Juan Ignacio Zoido justificó su intención de cambiar el planeamiento en que por primera vez tenía conocimiento de que la Junta de Andalucía, gobernada por el PSOE e IU, avalaría el cambio, un requisito indispensable para llevarlo a efecto. Esta semana, por la vía de urgencia, el PP planteó al consejo de gobierno de la Gerencia de Urbanismo el cambio anunciado por Zoido, que en el documento reza de la siguiente manera: "La modificación consiste en permitir en el recinto del Estadio Olímpico, como uso complementario y compatible al uso deportivo, el uso global terciario". La propuesta, aprobada con los votos de los representantes del PP y con la abstención de los del PSOE e IU, precisa que "la compatibilidad se limita a un máximo de techo edificable de un metro cuadrado de techo por cada cinco metros cuadrados de superficie de parcela, no suponiendo en ningún momento la posibilidad de segregación del suelo que pudiera ocupar, que siempre quedará adscrito a la parcela principal de uso deportivo".

Fuentes del gobierno local confirmaron ayer que no se ha vuelto a saber más de Decathlon, por lo que precisaron que el cambio de planeamiento se promueve para evitar que se produzcan casos similares de fugas de empresas con intención de invertir en el recinto del estadio. Urbanismo considera que no hay que volver a cometer los "errores" del mandato anterior, en referencia a que la inversión de Decathlon no se tramitó como debiera en la etapa final de gobierno de Sánchez Monteseirín (PSOE). Obviamente, distintos cargos del PSOE, tanto municipales como de la administración autonómica, han cargado reiteradamente la culpa de la marcha de Decathlon en el gobierno de Zoido, al que critican con dureza no haber puesto el mismo interés en la inversión de la firma deportiva que en la construcción del nuevo centro comercial de Ikea.

Sea como fuere, Zoido hará valer ahora ante la Junta de Andalucía su compromiso en dar el visto bueno a esta modificación puntual, por lo que si la administración autonómica no facilita la gestión se producirá un nuevo episodio de confrontación entre el alcalde y presidente del PP andaluz y el gobierno autonómico de coalición entre PSOE e IU.