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Nueva asignatura en Sevilla: Ética Profesional para una FP en auge

Educación

Los colegios de la Fundación SAFA incentivan en los alumnos de los ciclos formativos aspectos éticos relacionados con las profesiones que estudian

Estas enseñanzas son muy valoradas por el tejido empresarial

Hablan los profesores de Filosofía: una asignatura arrinconada por las leyes educativas

Clase de ética profesional en el Colegio SAFA Nuestra Señora de los Reyes. / Juan Carlos Muñoz

Mucho se ha escrito sobre la rentabilidad empresarial de la ética. Es decir, sobre si la ética hace más o menos rentables a las empresas. Pero bastante menos se ha publicado sobre el valor que la formación ética aporta a la empleabilidad de los profesionales. Es la experiencia que vienen desarrollando diferentes centros educativos en la provincia de Sevilla, entre ellos, los de la Fundación SAFA, que han decidido incluir en la mayoría de sus ciclos de FP contenidos de ética profesional aplicada a las diferentes especialidades en las que se preparan los alumnos. La conclusión es clara: se trata de un aprendizaje muy valorado por las empresas, que mejora la capacitación de los alumnos y sus posibilidades de incorporación al mercado laboral.

La razón, no obstante, de incorporar estos contenidos es "intrínseca" y va más allá de la empleabilidad y percepción del mercado, matizan los directivos de esta fundación, ligada a la Compañía de Jesús y que cuenta con 26 centros y más de 20.000 alumnos repartidos por las ocho provincias andaluzas. “Incorporamos la ética en nuestros ciclos de FP porque estamos preocupados no sólo por preparar técnicamente a nuestros alumnos, sino por formarlos para que sean personas justas, honestas y por ello felices”, explica el director general de SAFA, Enrique Gómez-Puig Gómez.

La clave reside en la adaptación de la formación ética a los contenidos de cada especialidad. Así, la mayoría de los alumnos de FP de los colegios pertenecientes a la Fundación SAFA cursan a la semana una hora de libre configuración centradas en ética profesional. No son horas de contenidos genéricos, sino diferentes, concretos y específicos, según la especialidad y ciclo y también la edad de los alumnos.

Principios recogidos en la Agenda 2030

De esta forma, los estudiantes trabajan aspectos -muchos de ellos presentes en la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas-, como la dignidad humana y laboral, la dimensión ética de la empresa, la actitud en el trabajo, la motivación, la responsabilidad del productor, la publicidad, el comercio justo, la justicia, igualdad e integración laboral y la sostenibilidad medioambiental en la empresa, pero siempre con un enfoque muy práctico y ajustado al tipo de actividad que van a desarrollar en su carrera profesional.

Por ejemplo, los alumnos que se forman en fontanería, electricidad u oficios para la construcción conocen perfectamente que los residuos deben dejarse en un punto limpio. O los de informática, que han de ser muy conscientes del riesgo que supone cualquier fallo en un software para operaciones especiales, como por ejemplo para gestión de aviones, aunque ello suponga no entregar el producto a tiempo y perder el cliente. Aquellos que cursan el ciclo de actividades comerciales reciben formación específica sobre publicidad engañosa en servicios y precios, así como sobre la protección de los datos de clientes.

La importancia de "las habilidades blandas"

El origen de esta idea, narra Carlos Guerrero, director del Área de FP de SAFA, surgió hace varios años, cuando advirtieron que cada vez eran más las empresas que trasmitían la importancia de las habilidades blandas o soft skills a la hora de seleccionar a sus trabajadores. “Si consideramos dos candidatos a un empleo con la misma titulación, la empresa tenderá a seleccionar a aquel candidato que añada a su formación técnica estas habilidades blandas que lo distinguirán de otros candidatos", refiere Guerrero.

Estrella Criado es profesora de la asignatura de Ética Profesional y jefa de estudios del Colegio SAFA Nuestra Señora de los Reyes, uno de los 11 centros de FP de grado medio y superior de esta institución en Andalucía, el cual se encuentra en el Casco Antiguo de la capital hispalense. Detalla que "primero tratamos conceptos generales de ética, de moral, estudiamos algunas teorías del comportamiento, debatimos en clase con supuestos para que tomen partido, escuchan los argumentos del otro y después nos metemos específicamente en la profesión". Abunda en que se intenta que los alumnos elaboren "un código deontológico", que en algunas profesiones están hechos, pero a nivel de ciclos no están elaborados. A partir de ahí se ahonda en supuestos prácticos específicos de la rama para ver cómo actuaría cada uno ante un dilema moral de los muchos que se presentan en el desarrollo de la vida profesional.

Estrella Criado escribe en la pizarra sobre dilemas morales en los trabajos. / Juan Carlos Muñoz

Pone de ejemplo dos situaciones: "Tienes que hacer una entrega de un 'software' para control de aviones, los tiempos de entrega se han terminado, si no lo haces no cobras y en el último momento ves que tiene errores. ¿Qué haces? El otro consistió en que, trabajando en una reforma, te llama tu jefe diciendo que ese día hay mucha faena y que no pueden llevarse los residuos al punto limpio, que se dejen en el primer contenedor por el que pasen. ¿Lo acatas o no?".

Gran aceptación empresarial

Mamen Blanco, directora de Recursos Humanos y Talento de Éxxita Be Circular, que acoge a alumnos en prácticas de SAFA, señala que esta cuestión es clave en su empresa. "En la empresa del futuro no hay cabida para gente que no traiga esta mentalidad. En las entrevistas que hacemos a los chicos que llegan de FP se lo recordamos: ahora mismo tenéis que aportar ganas, buena actitud, demostrar que sois buenas personas para ser grandes profesionales", explica Blanco.

En el momento actual en el que se advierte del riesgo que corren las nuevas generaciones si se acaban arrinconando las Humanidades que fomentan el espíritu crítico, resulta conveniente escuchar la opinión de los alumnos de FP que reciben las enseñanzas de ética. "Yo pienso sinceramente que puedo tener más oportunidades de que una empresa me contrate. Creo que valorarán mi capacidad de actuar con honestidad, integridad y responsabilidad, cuestiones que se trabajan en estas horas”, asegura Juan Jesús Moreno Caballero, alumno de segundo curso del ciclo formativo de grado medio de Sistemas Microinformáticos y Redes del Colegio SAFA Nuestra Señora de los Reyes. "Además de invitarte a reflexionar sobre aspectos éticos generales y específicos de tu sector, me enriquece mucho el debate que se genera cuando analizamos un supuesto", apostilla.

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