Gajes del oficio

La Sevilla del guiri

John Julius Reel

02 de enero 2010 - 01:00

ENTRE sevillanos jóvenes, usar camisetas con frases en inglés está muy de moda. No sé si las eligen por el mensaje o no. Es posible que en algún caso ni lo entiendan. O quizás el asunto es como cuando te gusta una canción por su melodía, dándote igual el significado de la letra. A los jóvenes les gustan en inglés por la energía, la imagen y el estilo. Nada más.

Pero, como escritor y profesor de inglés, no puedo evitar utilizar las frases de estas camisetas para sacar mis propias conclusiones, a lo mejor precipitadas, sobre la gente que las lleva. Antes de entrar en materia, debo decir que a mi mujer no le gustó nada la labor de investigación necesaria para escribir este artículo. La hice durante el verano. Normalmente las palabras venían escritas sobre el pecho de las muchachas jóvenes. Más que mirarlo fijamente, tenía que parar, y a veces girar mi cabeza lentamente, para seguir mirando fijamente, con el propósito de leer la frase entera, claro.

-Gajes de oficio, le dije.

Siempre había una frase para distraerme, si el pecho no era suficiente para emocionarme: "I liked being a go-go dancer" o "Me gustó ser artista de striptease". (¿Quizás ella pensó que dijo, I like to go dancing o Me gusta bailar?) O un mensaje tratándose más del presente: "Fancy a ride?" Literalmente, "¿Te apetece montarte?". Y si hablamos sin dar rodeos, "¿Te apetece un polvo?" O un mensaje sobre los gustos: "69: Beautiful is the world that makes you happy" o "69: un mundo que te hace feliz es bonito". Otra de las frases era "Stand under my umbrella" o "Quédate debajo de mi paraguas", comunicando no tanto con las palabras, sino con el pecho, que sobraba para refugiar a un hombre (o más) de un chaparrón. Y un ejemplo más, traducción innecesaria: INCREDIBLE, con cada letra en un color, llevada por otra pechugona.

Mi mujer y yo estábamos en un centro comercial, empujando cada uno un cochecito de bebé, dándonos un paseo con nuestros dos niños pequeños. Intenté involucrar a mi mujer en mi trabajo de investigación, para que no se sintiera excluida. Le traduje tres más: "I like your boyfriend" o "Me gusta tu novio"; "Friend with benefits" o "Amiga con ventajas", es decir, "Se puede ligar conmigo sin compromiso". Y "When the cat is away, the mice will play", un refrán, "Cuando el gato está fuera, los ratones jugarán", que significa, más o menos, "Cuando mi novio no está, es como si no tuviera novio".

Le pregunté:

-¿Llevarían estas chavalas estas camisetas si las frases fueran en español?

Se encogió de hombros, mostrando muy poco interés.

Ví otra camiseta, llevada por fin por un muchacho: "Keep your hands to yourself" o "No me metas mano".

-¡Lo ves! -¨la traduje para mi mujer-, ésta es la que deberían llevar las muchachas.

No le convencí con mi moralidad. Intenté hacer humor:

-Lo que necesitan estas muchachas es un buen profesor de inglés para que pueda enseñarles los matices del idioma.

Como cómico tampoco funcioné. Estaba trabajando duro en mi tiempo libre, fijándome en cada una de las indicaciones del paisaje, para que pudiéramos -como familia, claro- hacer algo especial en estos tiempos de crisis, y mi mujer no me apoyaba. ¡Qué pareja más interesada! Vi otra camiseta, llevada por un hombre, también con mujer y dos niños. Ponía, "One". Pensé, más veraz sería: "Four".

Las camisetas me seguían despiadadamente: "Do you think you can trust me?" o "¿Crees que puedes confiar en mí?" "I like boys with bad habits" o "Me gustan los chicos con malas costumbres". "Don't leave me alone" o "No me dejes en paz".

Me sentía saturado. Acudí a mi mujer una vez más y le pregunté:

-¿Crees que a estas muchachas les gustaría tener algún día una familia? Entonces ¿por qué llevan camisetas que van en contra de lo que quieren?

-¿Por qué te tomas las palabras tan al pie de la letra?

Pasó otra camiseta más: "The naked truth about the dark places" o "La verdad desnuda acerca de los lugares oscuros".

-¡Me están provocando!

Mi mujer agachó sobre el cochecito de nuestro recién nacido, poniendo bien la manta para que el aire fuerte del centro comercial no le diera frío. Se incorporó y me miró, el entrecejo pensativamente arrugado.

-Si un hombre lleva un mensaje en su bragueta diciendo: "Soy un caballo, no te arrepentirás" o "Te la meto hasta el puño", quizás me provoque y pueda entenderte.

Su elocuencia latina me dejó sin palabras. De todas formas, tengo una sugerencia para un diseñador de camisetas. En la parte delantera, "Thanks for your interest, but..." o "Gracias por tu interés, pero. . ." Y en la parte trasera, "That's all" o "Esto es lo que hay".

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