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Universidad

El Gobierno sigue sin responder a la US sobre las becas Margarita Salas

Joan Subirats, ministro de Universidades.

Joan Subirats, ministro de Universidades. / Javier Lizón / EFE

La Universidad de Sevilla (US) sigue sin obtener una respuesta clara del Gobierno sobre el tercer año de las becas Margarita Salas. La incertidumbre que sufren los investigadores que solicitaron esta modalidad también se extiende a la institución académica, que se enfrenta a un problema administrativo que impide garantizar a 55 doctores la duración completa del programa y que pone en riesgo una segunda convocatoria, como tenía previsto hasta hace poco.  

La primera edición de esta iniciativa permite que la estancia en un centro receptor sea de uno o dos años, más un segundo o tercero en la universidad de origen. En la Hispalense se acogieron a la opción más larga 55 jóvenes para desarrollar un proyecto de investigación. El problema surgió cuando se firmó el contrato a finales de noviembre. En él se incluye una cláusula en la que la US advierte que no se garantiza el pago, por parte del Ministerio de Universidades (MU), del tercer año, que tiene que despejar esta duda antes del 28 de febrero. 

La estancia de estos investigadores comenzó el pasado 1 de enero -tanto en España como en el extranjero-, pero la respuesta del ministerio no ha llegado, lo que ha disparado la incertidumbre no sólo en estos jóvenes, sino también en los centros receptores, que habían programado unos proyectos que ahora pueden verse alterados al acortarse en duración. 

Esta falta de información también la sufre la US, cuyo vicerrector de Investigación, Julián Martínez, asegura que, pese a las preguntas dirigidas al MU, sólo han obtenido como respuesta "un corta y pega" de la convocatoria del programa. En definitiva, nada que despeje las dudas. 

Dos millones de euros para el tercer año

"Hemos buscado siempre el máximo beneficio para los investigadores, motivo por el cual incluimos la duración de tres años, pero la resolución ministerial no era clara y a día de hoy tampoco nos han dado una respuesta certera", indica Martínez. El vicerrector explica que el motivo de que se incluyera esa cláusula obedece a que los contratos se pueden prolongar hasta 2024, pero la ejecución de las ayudas acaba el 31 de diciembre de 2023. ¿Qué ocurre entonces? Pues que el dinero que no se haya gastado habría que devolverlo. "Hablamos de dos millones de euros en ayudas para un tercer año", añade. 

"Esas ayudas vienen de fondos de reconstrucción que se han de abonar en fechas concretas, pero no se pueden usar para contratos un año después, pues incluyen cotizaciones sociales que han de pagarse cada mes", abunda el vicerrector de Investigación, que insiste en que "a los afectados les prestamos toda la ayuda que necesiten, pero no pueden pedirnos que hagamos algo que no es legal, como es un mal uso de las subvenciones".

Martínez también subraya que los contratos de becas Margarita Salas no están afectados por la reforma laboral, pues se acogen a la Ley de la Ciencia y no a obras y servicios, como sí han hecho otras universidades españolas para este programa. 

Esta falta de información y la incertidumbre sobre el pago de un tercer año deja en el aire una segunda convocatoria de estas becas, que tan buena acogida ha tenido entre los investigadores.