El incendio de un ciclomotor aparcado bajo unos soportales y el robo de once vehículos que estaban estacionados en la calle han terminado de indignar a los vecinos de la barriada de Las Golondrinas, en el distrito Macarena. Un grupo de residentes ha denunciado a este periódico que los problemas de seguridad, vandalismo, convivencia y menudeo de drogas se han incrementado enormemente en los dos últimos años, al tiempo que aseguran que la inacción de la Policía Local es continua. Incluso han llegado a interponer una hoja de reclamaciones al Ayuntamiento de Sevilla por la falta de respuesta policial. “Se les llama continuamente al 092 y no aparecen”, expone uno de los vecinos afectados.

Los residentes han creado un grupo de WhatsApp para alertarse entre ellos de los robos o de la presencia de alguien sospechoso en la barriada. Aseguran que desde hace unos meses hay un grupo de jóvenes que venden droga en la vía pública y a veces a plena luz del día, con una sensación de impunidad total. “No son vecinos del barrio, pero se ponen aquí y vienen incluso a comprarles los chicos de otras zonas cercanas”. A este problema se le ha unido la existencia de grupos de adolescentes que realizan botellonas en la calle, con la música alta y con el consiguiente malestar de los vecinos. Hay algunos residentes que han decidido engrasar algunos bancos para que los chicos no se sienten en ellos. Puede verse en el suelo las manchas dejadas por la grasa.

Chabola en la que vive un indigente bajo unos soportales.

Según denuncian los vecinos, en los últimos dos años han coincidido una serie de problemas que están generando una sensación de inquietud y de inseguridad.Los robos en los coches son continuos. La noche del domingo al lunes 8 de junio hubo once. Los ladrones rompen algún cristal para abrir el coche. Una vez abierto, lo que buscan principalmente son las baterías, que luego se revenden a talleres no demasiado legales o a chatarrerías porque contienen metales valiosos. En una ocasión contaban con un coche en el que almacenaban varias de las baterías sustraídas. También se roban emblemas de las marcas de los vehículos, espejos retrovisores, embellecedores, radios o antenas. Los vecinos han llegado a seguir a algunos de estos ladrones, que se dirigían hacia el Polígono Norte tras cometer los robos.

Coche con el cristal roto.

La noche antes de los once robos, ardió una moto aparcada en unos soportales por los que pasan unas tuberías de gas. Los vecinos se dieron cuenta y llamaron a la Policía y a los Bomberos, que apagaron rápidamente las llamas. Una testigo aseguró que había visto a una persona prendiendo fuego al vehículo, aunque por el momento no hay ninguna persona detenida por estos hechos. Hace meses también ardió un coche y otro turismo resultó afectado por las llamas de un contenedor al que alguien prendió fuego.

Los vecinos aseguran que la sensación de alarma es mayor entre las personas de avanzada edad, que son muchas en el barrio. En febrero de 2019 se produjo un incidente que generó bastante conmoción. Cuatro jóvenes, tres de ellos menores de edad, irrumpieron en un bazar chino de la calle Rayo de Luna armados con una pistola de aire comprimido y dispararon a bocajarro a un comerciante, que perdió el ojo tras el impacto de un balín. Los residentes sí agradecen el trabajo de la Policía Nacional, que en aquella ocasión detuvo a los autores del atraco y de la que dicen que acude cuando se les llama.

Bicicleta de Sevici extraída del río y abandonada en Las Golondrinas.

Tampoco ayuda demasiado que el Ayuntamiento permita que un indigente de la zona acampe en los soportales, colocando una pequeña chabola hecha con cartones, haciendo sus necesidades en la calle y tendiendo la ropa en las vallas de los jardines. Todo ello a escasos metros de un parque infantil.