Hospital Macarena: un referente en ginecología
El equipo del hospital universitario constata el éxito de una técnica que implantó de manera pionera hace 20 años
El Hospital Macarena ha constatado el éxito de una técnica para embarazos inviables que colocan a la mujer en situación de riesgo si no recibe tratamiento a tiempo. La técnica es sencilla y consiste en la inyección de un medicamento (metotrexato) para evitar la destrucción de la trompa de falopio. Los denominados embarazos ectópicos son un problema de salud, que afecta a un caso por cada 160 partos y se produce cuando el embrión no llega hasta su lugar natural para desarrollarse, el útero. Tras la fecundación, una obstrucción provoca que el embrión se quede implantado en la trompa, una estructura que no está preparada para albergar a un feto y que puede romperse si no se interviene de manera precoz.
La situación incorrecta del embrión está vinculada a una serie de factores de riesgo: infecciones de transmisión sexual, reproducción asistida in vitro y dispositivos intrauterinos, entre otros. Los síntomas suelen ser dolor y sangrado. La detección precoz y el tratamiento a tiempo son clave para detener el deterioro de la zona afectada.
Hasta hace 20 años el único tratamiento que se aplicaba en estos casos era la extirpación de la trompa a través de cirugía. En 1990 el Virgen Macarena se convirtió en el primer centro hospitalario, en el ámbito estatal, en aplicar en fase experimental una terapia sencilla basada en un medicamento capaz de detener el crecimiento de la placenta en la trompa. "En los años 90 esta técnica era muy discutida en los foros científicos cuando comenzamos a aplicarla en fase de ensayo en el Hospital Macarena", recuerda el doctor Antonio Jiménez, director de la Unidad de Obstetricia y Ginecología. El equipo de Jiménez ha constatado ahora, a través de un estudio, que la tasa de éxito de esta terapia que fue innovadora hace dos décadas, es del 85% de los casos. En los años 90 del siglo XX el Hospital Macarena comenzó a aplicar el fármaco en el 3% de los casos de embarazos ectópicos, una cifra que en la actualidad se sitúa en el 60% de los casos. En la mayoría de los centros hospitalarios este tratamiento se aplica a alrededor del 30% de estos casos.
El responsable de Ginecología y Obstetricia del Macarena explica que el medicamento que se aplica (metotrexato) frena el crecimiento de la placenta -el embrión no puede sobrevivir en la trompa- y el propio organismo la absorbe. El metotrexato es un fármaco que se suele utilizar contra el cáncer y otros problemas graves de salud. Este medicamento actúa sobre las células que están en crecimiento y las destruye. Es el caso de la placenta. "Cuando se aplica la inyección el embrión normalmente está muerto porque no puede crecer en la trompa, pero la placenta sí sigue creciendo", añade el especialista. El fármaco destruye la adherencia de la placenta a la trompa, de manera que se desprende hasta que el organismo la elimina. Con ello se evita que la trompa se rompa y provoque una hemorragia que puede ser mortal.
El equipo del doctor Jiménez apuesta por esta vía conservadora ya que el análisis de las 233 mujeres sometidas a esta terapia evidencia que "supone una terapia con una alta eficacia a corto y largo plazo, en el tratamiento del embarazo ectópico no complicado, teniendo un índice de complicaciones graves relativamente pequeño". Estos resultados serán expuestos en el congreso nacional que celebrará la Sociedad Española de Ginecología en Sevilla el próximo mes de mayo. La Unidad de Obstetricia y Ginecología del Macarena es referente en esta técnica, al ser el centro más veterano en aplicarla y que acumula mayor número de casos.
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