El fiscal ha mantenido este martes su petición de condena de 25 años de cárcel para Antonio Gordillo Sala, el presunto asesino de la profesora de inglés Laura Cerna Baird, a la que asestó varias cuchilladas aprovechando que la víctima se hallaba inconsciente después que le propinara varios golpes ante su negativa a tener relaciones sexuales con el acusado.

En su informe de conclusiones ante el tribunal del jurado, el fiscal ha considerado que los hechos que se le atribuyen han quedado suficientemente probados, aunque ha precisado con mayor detalle el relato de hechos que en su opinión tuvieron lugar en la madrugada del 30 de agosto de 2010 en su domicilio del Tiro de Línea, donde se produjo el asesinato y el descuartizamiento del cadáver de Laura Cerna.

El fiscal Luis Carlos Rodríguez León ha señalado que, tras conocer a Laura en un bar, el acusado la invitó a subir a su domicilio, donde estuvieron tomando una copa e hizo que la víctima, que "no era consumidora habitual de drogas", tomara cocaína. Esa mezcla de alcohol -Laura había tomado antes cuatro cervezas cenando con su hijo y la novia de éste- y las drogas a las que no está acostumbrada, convirtieron a la profesora de inglés en una "víctima propicia y más accesible" para el acusado, al que definió como una persona agresiva y mujeriega.

En cuanto al móvil del crimen, el fiscal consideró que se produjo una discusión entre ambos y precisó que, aunque el acusado ha afirmado en su versión que Laura le propuso mantener relaciones, en su opinión ocurrió al revés: es el acusado el que quiere mantenerlas y ante su negativa se inicia  la discusión en la que Gordillo acaba golpeando a la víctima.

Uno de los golpes le alcanzó en el ojo derecho y, según la tesis del fiscal, Laura quedó "inconsciente total o parcialmente, pero por supuesto onnubilada" y es en esas condiciones cuando la traslada "en volandas" hasta el cuarto de baño, donde el fiscal considera que se produjo la muerte de tres cuchilladas.

Se trata de un cambio de escenario del crimen, porque hasta ahora el fiscal había mantenido que el acusado llevó a Laura al cuarto de baño una vez que le asestó las cuchilladas y con la intención de descuartizarla. Ahora la muerte de Laura se ubica en el mismo cuarto de baño, que es donde se encontraron los numerosos restos de sangre. Según el representante del Ministerio Público, Antonio Gordillo decidió "rematar" su acción asesinando a Laura para evitar que le denunciara por agresión e intento de violación, porque pensó que "le iba a arruinar la vida", y por eso acudió a la cocina, donde cogió un cuchillo y le asestó cuatro puñaladas cuando necesariamente la profesora tenía que estar "tumbada e inconsciente", algo que el fiscal extrae del hecho de que los forenses no detectaran lesiones de defensa ante el ataque con el cuchillo.

"Laura no se dio cuenta, no vio venir las puñaladas del acusado", sentenció el fiscal, que añadió que todas se dirigieron a la zona del corazón, por lo que la intención de matar es clara y también hubo ánimo de hacerle daño. "No hacía falta hacer esa carnicería, con perdón de la expresión", dijo Luis Carlos  Rodríguez León, que explicó que todas las puñaladas estaban asestadas con una "ferocidad tremenda e innecesaria".

La Fiscalía también destacó de Laura Cerna que era una persona confiada, que hablaba con cualquiera, y concluyó que no representó "nunca un peligro"  para el acusado, porque no tenía una gran corpulencia ni estaba en condiciones por la ingesta de alcohol y la droga que le había facilitado Antonio Gordillo, además de hallarse inconsciente.

La actuación siguiente del acusado, al descuartizar el cadáver de la víctima, introducirlo en una maleta y en una bolsa de plástico y arrojarlo al río, es para el el fiscal una muestra de la "falta de humanidad absoluta y el desprecio absoluto" del procesado, aunque entiende que este hecho no puede considerarse como un delito de profanación porque su intención era deshacerse del cuerpo y ocultar el crimen, no humillar o vejar a la víctima.

El fiscal concluyó que toda su conducta posterior, cuando pidió un coche para deshacerse del cuerpo y de las pruebas y la limpieza "minuciosa" de su domicilio, esta "perfectamente milimetrado y sin ningún fallo", lo que a su juicio demuestra una "cordura y frialdad que no se corresponden con un individuo harto de alcohol y drogas" y que tampoco padece ningún trastorno, por lo que añadió que hay gente que actúa de esta forma simplemente porque tiene "mala leche".

La acusación particular que ejerce la familia de Laura Cerna modificó sus conclusiones provisionales y retiró el delito de agresión sexual que le imputaban inicialmente, reduciendo su petición de condena hasta los 25 años que pide el fiscal. La defensa de Antonio Gordillo, por su parte, mantuvo su petición de libre absolución.