La esposa del policía nacional en excedencia acusado de robar casi 150 kilos de droga en la Jefatura de Sevilla ha quedado este miécoles en libertad, tras depositar una fianza de 30.000 euros y acusada de un presunto delito de blanqueo de capitales.

Fuentes judiciales han informado de que la acusada M.T.M.S. ha salido a mediodía de este miércoles de la prisión Sevilla-I, donde pasó la noche, después de que su letrado llevase a cabo durante la mañana las gestiones bancarias necesarias para consignar la fianza ante el juzgado de instrucción 19 de Sevilla.

Los otros tres acusados se encuentran en prisión incondicional sin fianza desde anoche y han quedado ingresados en la misma cárcel sevillana, aunque fuentes del caso han informado de que Instituciones Penitenciarias tiene intención de trasladar al principal imputado, el policía en excedencia Lars S.M., a otro centro por motivos de seguridad.

La juez ordenó anoche el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza del ex policía y de sus dos presuntos cómplices, la pareja formada por M.A.N. y V.S.G., que presuntamente pusieron en el mercado la droga sustraída de los depósitos de la Jefatura Superior de Policía en Sevilla.

El ex policía arrestado estuvo destinado en la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (UDYCO) de Sevilla y abandonó el cuerpo para dedicarse a la compraventa de barcos de recreo.

En junio de 2008 se descubrió que distintos alijos de cocaína y heroína, que según las últimas estimaciones ascienden a 150 kilos de droga, habían sido robados del depósito policial en la Jefatura de la avenida Blas Infante de Sevilla y habían sido sustituidos por harina, talco y yeso de similares características.

El cambio de las sustancias han obligado a dejar en libertad en los últimos meses al menos a siete presuntos narcotraficantes que fueron detenidos con varios kilos de droga cada uno y que se enfrentaban a penas de hasta diez años de cárcel.

El robo se descubrió por casualidad, cuando un juzgado ordenó realizar el contraanálisis de un alijo, a petición de un abogado defensor, y la Policía se percató de que la droga había sido sustituida.

El caso ha sido investigado por la Unidad de Asuntos Internos de la Policía, que sospechó de este agente que pidió una excedencia a poco de descubrirse el robo y que posteriormente vio florecer su negocio de compraventa de motos y de embarcaciones de recreo.

Los tres primeros acusados están imputados de un presunto delito de tráfico de drogas y la esposa del policía de blanqueo de capitales.