La 'Mafia' come en el Duque

Roberto Saviano, el autor de Gomorra, no se sentiría cómodo en ningún restaurante de la franquicia La Mafia se Sienta a la Mesa, que acaba de abrir su primer establecimiento de Andalucía en el centro de Sevilla. No es a los asesinos de la Camorra a quienes celebra la franquicia, sino a las leyendas. Lucky Luciano, Dillinger, Capone, Luca Brassi. Y, sobre todo, su gusto por la buena comida, la ropa de diseño, las buenas maneras y la educación en la mesa. Porque una cosa no quita la otra. Sus dueños, seguramente, preferirían tener como comensales a Robert de Niro y Al Pacino y no a Don Vito ni a Mike Corleone.

"El nombre lo escogimos buscando el impacto, no se trata de ofender a nadie, solamente nos recreamos en la estética de las películas de Hollywood", explica Kike Sánchez, responsable de la franquicia. "En realidad somos un restaurante familiar que ofrecemos platos italianos y mediterráneos, elaborados con productos de calidad a precios económicos, todo ello con una imagen corporativa muy cuidada, para diferenciarnos del resto de restaurantes".

El nombre de la franquicia viene del libro del mismo título en el que se cuenta cómo los mafiosos preparaban sus crímenes y negocios con el mismo cuidado con el que elaboraban sus platos. Sale en todas las películas. La Mafia siempre se reúne en torno a la mesa para celebrar encuentros, aniversarios, cumpleaños y, por supuesto, funerales. Los seguidores de la teleserie Los Soprano lo saben, sus personajes se pasan temporada tras temporada comiendo.

La franquicia abrió su primer restaurante en el año 2000 en Zaragoza. Desde entonces ya tiene 29 establecimientos en diferentes lugares de España. Arturo Santo, hostelero, dueño de un bar de copas en Tomares, viendo que el negocio no funcionaba como antes, decidió que debía expandir su negocio con una franquicia, ya que, en tiempos de crisis, le inspiraba más seguridad. "Después de entrevistarme con muchas franquicias, me decidí por ellos, me parecen una idea impactante e innovadora, que además ha tenido mucho éxito". El único problema, según explican, es que por la decoración cuidada, "algunas personas creen que somos un restaurante con precios caros".