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Sevilla

Maluenda: el pueblo aragonés que venera a Santa Justa y Rufina

  • Son las patronas de esta localidad que cuenta con valioso retablo gótico dedicado a las mártires sevillanas.

La escena central del retablo gótico de Domingo Ram.

La escena central del retablo gótico de Domingo Ram. / D. S.

Maluenda es un pequeño pueblo zaragozano, de poco más de 900 habitantes, que venera de manera intensa a las mártires y santas sevillanas Justa y Rufina. Son patronas de la localidad desde tiempos inmemoriales. En su festividad, que se celebra este miércoles 17 de julio, tienen lugar las fiestas del pueblo y, además, cuentan con una bella iglesia mudéjar dedicadas a las santas que preside una magnífico retablo gótico realizado por Domingo Ram, que es con casi toda probabilidad, la mayor representación iconográfica de la vida de estas sevillanas que fueron martirizadas hacia el año 287 por profesar el cristianismo en la vieja Híspalis.

Santa Justa y Rufina son patronas y protectoras de Sevilla desde hace siglos, aunque en una ciudad eminentemente mariana, perdieron todo el protagonismo en favor de otras devociones, fundamentalmente la Virgen de los Reyes, patrona principal de la ciudad y su Archidiócesis. La protección de las santas sobre la ciudad queda bien reflejada en las crónicas del terremoto del año 1504, cuando la piedad popular atribuyó el hecho de que la Giralda no se derrumbase a la intercesión de las santas, al igual que ocurriera con el terremoto de 1755. No es casualidad, por tanto, que la iconografía que ha llegado hasta la actualidad es la de las dos santas abrazando la Giralda.

Los bustos relicarios de Santa Justa y Rufina que salen en procesión en Maluenda. Los bustos relicarios de Santa Justa y Rufina que salen en procesión en Maluenda.

Los bustos relicarios de Santa Justa y Rufina que salen en procesión en Maluenda. / D. S.

La devoción a Santa Justa y Rufina se extendió desde Sevilla a otros lugares de España. El ejemplo más significativo es el de Maluenda, localidad aragonesa cercana a Calatayud, que venera fervientemente como sus patronas a las "gloriosas vírgenes y mártires santas Justa y Rufina", y que esta semana organiza las fiestas y la procesión en su honor.

"Creemos que esta veneración llegó a Maluenda tras la Reconquista, Aquellos primeros cristianos que huyeron del sur de la península y que se refugiaron en el norte tras la invasión musulmana llevarían consigo la devoción a las santas mártires Justa y Rufina. Sus descendientes, que mantendrían la devoción a estas santas, fueron algunos de los que repoblaron estas tierras tras la reconquista del Rey Alfonso I El Batallador en el año 1120. En 1270 ya existe una iglesia dedicada a ellas en la localidad", explica Silvia Molina San Juan, licenciada en Historia del Arte e investigadora, consejera del Centro de Estudios Bilbilitanos y concejal de Patrimonio del Ayuntamiento de Maluenda.

Exterior de la iglesia mudéjar dedicada a Santa Justa y Rufina. Exterior de la iglesia mudéjar dedicada a Santa Justa y Rufina.

Exterior de la iglesia mudéjar dedicada a Santa Justa y Rufina. / D. S.

En 1595 se funda una cofradía en honor a Santa Justa y Rufina. En sus estatutos que no se sabe desde cuándo ni porqué son las patronas de la localidad.

La iglesia dedicada a Santa Justa y Rufina en Maluenda es la más grande las tres que existen en la localidad. Actualmente es un centro de interpretación de la pintura gótica en Aragón y su pieza principal es el espectacular retablo de Domingo Ram que narra con todo lujo de detalles la vida de las santas. El templo, de estilo mudéjar, se levantó en el año 1413 y en 1475, el Concejo de Maluenda (Ayuntamiento) encarga a Domingo Ram el retablo. "Es uno de los más grandes en estilo gótico de Aragón. El Concejo pidió al pintor que representara la vida de Santa Justa en las escenas de la izquierda, según se mira; y la de Santa Rufina en las de la derecha. En el contrato se especifican detalles como el color que tienen que tener las túnicas, etcétera. El pintor responde que eran dos santas hermanas que habían vivido y habían sido martirizadas juntas, por lo que no podía representarlas por separado", explica Silvia Molina.

El retablo de Domingo Ram (1475). El retablo de Domingo Ram (1475).

El retablo de Domingo Ram (1475). / D. S.

El resultado es un retablo con tres escenas centrales en la que se muestra en el espacio destacado a las santas entronizadas, todavía sin abrazar la Giralda al ser las pinturas anteriores a los terremotos, sujetando la palma del martirio y los rastrillos con los que les arrancaron la piel. Las pinturas de la Resurrección u la Crucifixión de Cristo, completa la calle central. A derecha e izquierda se sitúan 12 tablas que narran con todo detalle la vida y el martirio de las santas. "Es una de las mayores y mejores representaciones iconográficas de las santas. La calidad y los detalles son extraordinarios".

Santa Justa y Rufina en su taller de alfarería en Triana. Santa Justa y Rufina en su taller de alfarería en Triana.

Santa Justa y Rufina en su taller de alfarería en Triana. / D. S.

El retablo muestra a las santas en su taller de alfarería de Triana, el apresamiento, los martirios a los que fueron sometidas, la estancia en prisión, la muerte de Santa Justa en la cárcel o los entierros. En la parte inferior hay escenas del Antiguo Testamento y unos todos con los doce apóstoles. El retablo se encuentra en la iglesia desde 1477. La iglesia fue restaurada entre 2003 y 2010 y reabierta un año más tarde. Desde entonces no para de recibir visitas y parabienes. "También acuden sevillanos que se sorprenden mucho al encontrarse con esto. El mudéjar en esta zona es único. La iglesia está pintada y agramilada en su interior. Es la única en la comarca de Calatayud que conserva un retablo gótico. El maridaje entre los dos estilos es muy interesante". 

El estandarte de Santa Justa y Rufina de Maluenda. El estandarte de Santa Justa y Rufina de Maluenda.

El estandarte de Santa Justa y Rufina de Maluenda. / D. S.

Maluenda conserva dos reliquias de las santas, concretamente, una parte de la canilla del brazo de Santa Justa y una porción de la cabeza de Santa Rufina. "Estas reliquias llegaron el 17 de octubre de 1785 en un relicario de plata a instancia de Juan Francisco Marco y Lario, inquisidor de la ciudad de Sevilla y canónigo de la Santa Metropolitana Iglesia de Zaragoza, quien las había remitido a Zaragoza para que de allí fueran conducidas a Maluenda. Las reliquias fueron recibidas con solemnidad y se determinaron dos días de fiesta".

Mientras en Sevilla la festividad de sus patronas y mártires Santa Justa y Rufina pasará desapercibida, Maluenda vivirá durante estos días su fiesta grande y renovará la devoción a las mártires. El miércoles 17 se celebra la misa mayor y la procesión con los dos bustos relicarios, en la que participa toda la localidad y sus peñas.

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