Sevilla está llena de edificios curiosos, algunos que fueron propiedad privada y que han terminado abriéndose al público en forma de museo. Uno de estos últimos es el Palacio de la Condesa de Lebrija.

La historia del arte occidental contenida en un palacio

Se trata de una edificación cuya construcción se remonta al siglo XVI como casa señorial y se sitúa en la céntrica calle Cuna de Sevilla. En los siglos posteriores el edificio sufrió diversas modificaciones, quizás la más conocida es la que tuvo lugar a comienzos del siglo XX de la mano de Regla Manjón y Mergelina, condesa de Lebrija, una aristócrata que era además apasionada de la arqueología. 

Esta reforma fue pensada para que la condesa pudiera albergar su amplia colección de antigüedades, que hoy se pueden ver en el museo. Muchas de las piezas que decoraron el palacio procedían de los yacimientos romanos cercanos a Itálica y los mosaicos son una de las principales atracciones del museo.

La colección incluye también piezas de arte griego, de la época musulmana, de las etapas del renacimiento, el barroco y el romanticismo, pero también piezas persas, que se disponen en las dos plantas y el total de los 2.500 metros cuadrados que ocupa el edificio. 

La colección del actual museo incluye pinturas de autores tan ilustres como Van Dyck y Bruegel el Viejo, así como obras de la escuela de pintura de Murillo.

¿Se puede visitar el Palacio de la Condesa de Lebrija?

El palacio fue abierto como museo en el año 1999, como decidieron los descendientes de la condesa Regla Manjón Mergelina y actuales propietarios.Los visitantes pueden disfrutarlo de lunes a domingo entre las 10 y las 17 horas.

Las entradas tienen un precio que va desde los 12 euros (para adultos) a los 6 (para niños entre 6 y 12 años), aunque también pueden conseguirse entradas para grupos. Además, el museo ofrece un pase gratuito todos los viernes a la hroa de apertura. Para este no se necesita reserva, pero se ha de tener en cuenta que tiene aforo limitado y se limita a la planta baja.