Persecución policial en Sevilla: la última fuga del Pepito

José S. V., Pepito, llegó a disparar el arma reglamentaria del policía nacional que lo detuvo el pasado sábado, después de una nueva huida a toda velocidad desde las Tres Mil Viviendas hasta Su Eminencia pasando por la SE-30. El disparo se produjo en un forcejeo en el que este delincuente intentó arrebatar la pistola al agente, sin éxito. Afortunadamente, el tiro no le dio a nadie.

El Pepito, de 27 años, es un conocido delincuente del Polígono Sur que reside ahora en Su Eminencia. Es hijo de un pequeño traficante de las Tres Mil conocido como el Náufrago. Tiene antecedentes por tráfico de drogas, robos con violencia a punta de navaja y también por delitos contra la seguridad vial. No tiene permiso de conducir, pero eso no le impide coger el coche y mantener una persecución con la Policía, como hizo la madrugada del 18 de abril.

Iba al volante de un Audi TT con dos familiares, uno de ellos menor de edad. El vehículo no llevaba matrícula delantera y llamó la atención de un patrullero de la Policía Local, que lo vio a las dos menos veinte de la mañana del sábado en la calle Escultor Sebastián Santos, una de las vías principales del Polígono Sur, en la zona conocida como Las Vegas.

La Policía le dio el alto, pero el Pepito se dio a la fuga. No llevaba ninguna mercancía ilegal, pero sí pesaba sobre él una reclamación judicial, iba bebido y sin permiso de conducir y no tenía justificación ninguna para circular con otras dos personas en un coche durante el estado de alarma decretado por el Gobierno central para hacer frente al coronavirus.

Se saltó un semáforo y se dirigió a la ronda de circunvalación SE-30 a toda velocidad. Detrás venía el patrullero de la Policía Local que le había hecho señales para que se detuviera. Comenzó una persecución que siguió por la SE-30 en dirección Córdoba y a la que se fueron uniendo más vehículos de la Policía Local y de la Nacional.

Los delincuentes se salieron de la autovía de cirvunvalación en dirección a Palmete, primero, pero luego giraron hacia Su Eminencia y la Plata. La fuga continuó por varias calles de este barrio, algunas de ellas muy estrechas. Tiraron por Vasco de Gama y salieron a la avenida Ingeniero La Cierva, donde querían girar de nuevo en dirección de vuelta al Polígono Sur. Allí les esperaba un vehículo camuflado del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) de la Policía Nacional, al que embistieron.

Los policías, temiendo que los delincuentes fueran armados, tuvieron que sacar la pistola y encañonarlos. El Pepito se resistió, hizo amago de tirarse al suelo pero luego arremetió contra el agente que lo iba a detener e intentó arrebatarla la pistola. Se produjo un forcejeo en el que el maleante llegó a meter el dedo en el gatillo y presionar el disparador. Nadie resultó herido por la bala. Un agente de la Policía Local fue en apoyo del policía nacional que mantenía el forcejeo con el Pepito, que finalmente fue reducido y detenido.

Mientras, otros agentes detenían al copiloto del coche, Rafael S. V., de 43 años, cuñado del Náufrago y con antecedentes también por distintos delitos, como el tráfico de drogas a pequeña escala. Es un habitual del menudeo en Su Eminencia. Junto con ellos iba un hijo de éste, de 15 años, que fue llevado con su madre. Dos policías resultaron lesionados durante la intervención.

El Pepito dio positivo en el control de alcoholemia. Arrojó 0,54 miligramos de alcohol por litro de aire espirado en una primera medición y 0,52 en la segunda. Es más del doble de la tasa máxima permitida para conductores no noveles, que es de 0,25.

No es la primera vez este malhechor mantiene una persecución con la Policía. Incluso siendo menor de edad ya tuvo algunas. En octubre de 2010, por ejemplo, fue detenido tras una persecución en un BMW que él conducía desde Las Vegas hasta los Bermejales, donde chocó con otro turismo. Unos meses antes fue arrestado por sustraer un Audi TT a punta de navaja a un delincuente de Torreblanca. Era el mismo modelo de vehículo con el que protagonizó la persecución del sábado.