El Grupo Izquierda Confederal en el Senado (en el que se integran Adelante Andalucía, Més per Mallorca, Más Madrid, Compromís, Geroa Bai, y Catalunya en Comú Podem) ha registrado una pregunta dirigida al Gobierno para que aclare si el secretario de Estado de Memoria Democrática piensa intermediar para la formación de una comisión histórica y jurídica "con capacidad para completar la documentación" que permita llevar ante la Abogacía del Estado el caso de Gambogaz: el cortijo de Camas que terminó siendo propiedad de Gonzalo Queipo de Llano, en una "oscura operación de compraventa", en 1937, y que en la actualidad sigue en manos de sus herederos.

En la pregunta, registrada por el senador valenciano Carles Mulet, se recuerda que la  sentencia sobre el Pazo de Meirás "abre nuevas vías para revertir una propiedad que se adquirió con presiones, con prevalencia, con oscuridad y con dinero público".

En el escrito se subraya que, como han hecho las organizaciones memorialistas gallegas en el Pazo de Meirás, la Plataforma Gambogáz ya ha pedido al Secretario de Estado de Memoria Democrática, por intermediación de la Alcaldía de Camas, la formación de esa comisión, necesaria para completar la documentación que falta e iniciar el proceso ante la Abogacía del Estado.

Al igual que fue "decisiva" la implicación del Ayuntamiento de Sada y de la Diputación de A Coruña en el caso de Meirás, ahora "deberían serlo" la del Consistorio camero y la Diputación de Sevilla, rompiendo "con la inhibición de la que hasta ahora han hecho gala las instituciones andaluzas", señala el senador.

La compra, con una fundación de por medio

En el texto que acompaña a la pregunta se relata que Queipo compró la finca el 24 de diciembre de 1937, "cuando su Estado Mayor controlaba la administración y los instrumentos financieros de Andalucía", y califica de "patraña" y "bulo" difundido por el propio general que el dinero procediera de una "suscripción popular" para premiar sus acciones. 

La explotación había sido propiedad de la familia de José Vázquez Rodríguez, a quien se la adquirió, desde la desamortización del XIX. Pagó 1.300.000 pesetas, un "precio sensiblemente bajo" con los precios de la hectárea, las construcciones existentes y la ubicación "a las puertas de Sevilla y regado por el Guadalquivir". 

La Plataforma considera que Queipo no tenía fondos entonces para la operación y de ahí el modo complejo en el que lo hizo: ante notario compró como persona física el 85,93% de las tierras y en el mismo protocolo constituyó la Fundación Benéfica Social Agraria Gonzalo Queipo de Llano y le donó la finca. El dinero de la compra procedía del Banco de España y la justificación fue el "auxilio de la agricultura y protección de los obreros", sobre todo de los "labradores de intachable conducta e indiscutible adhesión a la causa, que hayan tomado parte en la Cruzada de liberación".

Entre 1938 y 1940 se fue haciendo con los derechos de mantenían sobre la finca otros 4 hermanos de la familia Vázquez. En 1943 la Fundación Agraria transmitió la propiedad de la finca a Queipo de Llano, único propietario desde entonces, que murió en el mismo cortijo y que luego pasó a sus herederos.