La avenida de la Buhaira ya luce su nueva piel. El Ayuntamiento ha abierto al tráfico este lunes dicha zona después de que estuviera inutilizada desde el pasado mes de noviembre cuando desde Urbanismo se iniciaran las obras de repavimentación en las que la avenida ha sustituido el color rojizo que hasta ahora le daba el adoquín cerámico instalado en el año 1998 por el gris, más resistente.

Las obras, que han mantenido la avenida cortada al tráfico unos dos meses, han supuesto la sustitución del pavimento por otro consistente en hormigón impreso de color gris, que soporta mejor el tráfico tras haberse realizado pruebas de resistencia con tres tipos de muestras diferentes. 

Los trabajos de repavimentación se adjudicaron por 135.416 euros a la empresa Carmocon y afectaban al tramo comprendido entre la calle Eduardo Dato y la calle José Recuerda Rubio. Este trayecto, de 215 metros de largo y 13,5 metros de ancho, cuenta en la actualidad con un pavimento de adoquín cerámico, instalado en el año 1998, que presenta problemas de resistencia y padece constantes roturas como consecuencia del deterioro producido por el intenso tráfico rodado que soporta esta avenida. 

Según ha explicado el delegado de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla, Maximiliano Vílchez, para la repavimentación se ha seleccionado un pavimento "más fuerte" que el existente con anterioridad y de color gris, "después de hacer pruebas de resistencia durante un mes con varios tipos de asfaltado para elegir el que mejor soportara el tráfico". 

"La obra supone un paso más en nuestra política de mejorar las calles de la ciudad. La zona anteriormente venía siendo peligroso para los vehículos que transitaban por la zona en especial las motocicletas. Es importante mantener la conservación de los viarios como hicimos con el puente del Cachorro y como se sigue realizando en diversas zonas de la ciudad", ha explicado Vílchez.