PRESIDE el Real Club Sevilla Golf y la Asociación Sevillana de Empresas Turísticas. Pero Rafael Domínguez (Sevilla, 1961) lleva a gala sobre todo haber marcado más de mil quinientos goles en futbito y ser de la promoción de Derecho 79-84.

–Golf. Empresas. Turismo. Palabras que despiertan resabios.

–Yo, como los caballeros andantes, salgo todos los días a la calle con mi armadura, que es la chaqueta y la corbata.

–¿Men sana in córpore sano?

–Totalmente. Dejé de jugar al futbito por las lesiones. Jugué en el equipo de fútbol de Derecho, nuestro rival era Medicina. Practiqué el hockey hierba en campos de albero y hasta en los aparcamientos de la Feria. Al golf llegué porque buscaba un sitio donde pudieran jugar mis hijos.

–¿Cómo fue su promoción?

–En términos muy gráficos, somos la generación posterior a la que corrió delante de los grises y del primer año que se estudió la Constitución, que no voté por meses. En Derecho Político se daba el Fuero de los Españoles. Recuerdo que Lojendio nos dijo que lleváramos el ejemplar que echaron en los buzones de las casas.

–¿Los de su quinta?

–Luis Olivencia, jueces como Sebastián Moya, Eusebio Pérez Torres, de los abogados del Estado. Y los profesores, Clavero, García Añoveros, Olivencia, del que me considero discípulo. Durante veinte años fui profesor ayudante de Derecho Mercantil en el departamento que presidía Guillermo Jiménez Sánchez, que presidió el Tribunal Constitucional.

–¿Una promoción politizada que empieza en puertas del 28-F?

–No. Con mucha capacidad de estudio y de interés por todo, con tiempo para estudiar y divertirnos. En el campo del Puerto todos los años se jugaba un partido entre los Rojos y los Fachas y al final nos íbamos de cervezas.

–¿Qué derecho practica?

–Profesionalmente me especialicé en asociaciones, patronales como las de la organización de Congresos o las relacionadas con el Juego. Mis interlocutores han sido la CEOE, la CEA, la CES. Y como presidente de la Asociación Sevillana de Empresas Turísticas represento a más de cien.

–¿Es el tiempo del turismo?

–La conmemoración de la vuelta al mundo de Magallanes va a ser una oportunidad única para Sevilla. Van a ser tres años para recordar entre 2019 y 2022 una gesta comparable con la de llegar a la Luna.Más meritoria, porque salieron 239 y volvieron 18.

–¿De qué forma se implicará la ciudad?

–El que es guía hará de guía. El que tiene barcos, los hará temáticos. Una oportunidad para poner en valor el río, la asignatura pendiente que tiene la ciudad.

–Salto de Murillo a Magallanes.

–El turismo cultural es muy importante. Dirigido al que ya conoce Sevilla. El que vino, descubrió las tapas y el clima y decide volver para ver una exposición. Sevilla se ha subido al carro de manera definitiva. Del 2 al 4 de abril va a acoger el Encuentro Mundial de Turismo, que va a ser un Foro Davos del sector.

–¿Y el turismo chino?

–Muy relevante por el nivel adquisitivo y por el número. Se estudian vuelos low-cost a Asia que permitan viajar desde Sevilla a Hong-Kong sin tener que pasar por Madrid y Abu Dabhi, escalas que encarecen el viaje.

–¿Hay prejuicios contra el golf?

–Si los hay, son sin motivo. En muchos sitios, está municipalizado. En Sevilla, en la Cartuja. Hay golf adaptado, en las escuelas. Presido FISE (El Foro Interclubes Sevillanos), donde están Labradores, Mercantil, Pineda, Zaudín, Tenis Betis, Raca, el Club Militar... Hablamos de más de cien mil socios, más que Betis y Sevilla juntos. Un elemento de cohesión social, de concordia sin coste alguno.

–Por su perfil tan visible, ¿le ha tirado los tejos algún partido?

–No, porque mi papel es en cierta forma un poco político. Hago negociaciones colectivas, incluso nacionales. Tengo muy buena relación con todos los partidos. Y fuera de ellos. Cuando se organizó el Mundial de Golf de 2004, por aquí pasaron DiStéfano, Severiano Ballesteros, Samaranch, Conchita Martínez.

–En 2022 concluye el quinto centenario de la vuelta al mundo y empieza el Mundial de Qatar...

–Fuimos pioneros del futbito. Ahora ya hay hasta campeonatos del mundo. Conservo los partidos, clasificaciones y goleadores del Bar Neve, mi equipo en la liga que se jugaba en San Benito, donde después harían la estación de Santa Justa. Siempre era el máximo goleador. Habré marcado más de mil quinientos goles. En golf era un jugador mediocre.