El mercado laboral en Sevilla cumplió el guion en agosto. Sumó 1.347 parados más (casi en su totalidad hombres) y restó 6.862 afiliados medios a la Seguridad Social, en un mes que tradicionalmente es malo por el parón  de la actividad. Y éste de 2023 no fue una excepción.

La provincia se comportó relativamente bien en lo que se refiere al desempleo, porque estamos ante el segundo mejor dato desde 2016 en un mes de agosto, solo superado por el de 2021, cuando bajó en mas de 5.000 personas por el rebote tras el 'shock' del coronavirus. La evolución porcentual (+0,80%) es más negativa que la andaluza (+0,42%) y ligeramente mejor que la española (+0,93%). 

Por sectores, los servicios, como era de esperar, se llevan la mayor parte de la subida del paro (+1.012) pero también en industria (+255), construcción (+343) y colectivo sin empleo anterior (+55) registran una evolución negativa. Solo la agricultura (-318) se salva, pero en este caso hay unas connotaciones especiales.

El sector primario está en mínimos históricos de desempleo (solo 9.517 personas) pero también está en las cotas más bajas registradas en afiliación (68.987, cuando hace una década se superaban fácilmente los 100.000). Eso indica que la reducción del desempleo es artificial: no baja porque encuentren trabajo en el campo, sino porque pasan a la inactividad o se mudan de sector.

Evolución a peor de la afiliación 

El descenso total del número de afiliados en la provincia de Sevilla, por otro lado, está en línea con lo que suele ocurrir en un mes de agosto. La caída de cotizantes de casi 7.000 personas es muy similar a la del mismo mes de 2022 (-6.895) e inferior a la de 2019 (-7.011), propiciada sobre todo por los descensos en hostelería (-1.368) y educación (-2.290) y la atonía con tendencia a la baja de la mayoría de sectores.

Sevilla encadena así su cuarto mes consecutivo de retroceso de la afiliación, y del récord absoluto de más 801.863 de abril se pasa a los 781.809 de agosto, 20.000 trabajadores menos en solo cuatro meses. Lo preocupante no es tanto la evolución el mes pasado -que en realidad ha sido bastante normal- como la de los últimos meses en conjunto. En 2022, entre mayo y agosto el número de cotizantes se redujo en 9.809 y este año son 20.054 menos, el doble.

Es cierto que los meses centrales del año son los peores en Sevilla y que la provincia suele invertir la curva a partir de septiembre. Pero el repunte tiene que ser muy grande para que este año sea como mínimo igual que el anterior en lo laboral. En el plazo de un año se sigue creando empleo a buen ritmo (+15.026) pero eso se debe a las rentas adquiridas en los últimos meses de 2022. En lo que va de año (enero-agosto), se han perdido 13.232 empleos.

Respecto al paro, se reduce en 10.839 en un año, pero respecto a los que había el 30 de abril sube, en 2.134. Es cierto que respecto a comienzos de año el desempleo aún baja (en 2.045), lo que indica que este indicador evoluciona mejor que la afiliación. Pero eso no es ningún buen síntoma. Lo ideal es que vayan alineados: si no, la deducción más simple es que la gran parte de la bajada del paro no se debe a que se cree empleo sino al abandono de su búsqueda.