-Vas a seguir y vas a aterrizar sin ningún problema, ¿vale? Tal como lo estás haciendo está muy bien. El avión vuela sin problemas. Tranquila, que el avión no se va a caer. Chica, ¿qué altitud llevas?

-3.700.

-3.000 está bien. Puedes mantener 3.000 pies, no tienes que bajar más hasta que no veas que te damos el alto con un avión. Por la derecha, pon el rumbo... empieza a virar hasta que el avión... hasta que veas una S en la brújula y con una rayita justo encima de la S.

-¿S de Sevilla?

-S de Sevilla, correcto, S de Sevilla...

-¡Espérate, que esto es muy difícil!

-Hazlo poco a poco, no hay ningún problema. Busca que el avión marque la S con la rayita.

Es parte del diálogo que mantuvo ayer el centro de control del aeropuerto de San Pablo con la mujer que tuvo que ponerse a los mandos de un ultraligero después de que el piloto, su marido, se desvaneciera en pleno vuelo. Algunas fuentes apuntan a que sufrió un infarto y que falleció en el aire, antes de que el aparato se estrellara en una finca de naranjos muy próxima al club de campo RACA, en las inmediaciones del aeropuerto de Sevilla. La aeronave se incendió tras chocar contra el suelo, pero la improvisada piloto logró escapar de la misma y salvar la vida gracias a las indicaciones que le dieron los responsables del tráfico áereo.

La mujer no tenía ningún conocimiento previo de aeronáutica, por lo que, cuando se encontró con su marido desvanecido, llamó por teléfono a un amigo de la pareja, también piloto, y fue éste quien se puso en contacto con el centro de control del aeropuerto para poder guiarla hasta el aterrizaje. También llamó al servicio de emergencias 112, que derivó el aviso al 061, a la Guardia Civil, la Policía Nacional y Local y a los Bomberos. Se cerró el espacio aéreo, un avión salió del aeropuerto para ayudar a la pasajera a aterrizar el ultraligero, tarea en la que también colaboró el helicóptero de Tráfico. Finalmente, la aeronave se estrelló contra los naranjos y se incendió, pero la mujer pudo salir de ella por su propio pie antes de que se viera alcanzada por las llamas.

La mujer resultó herida con quemaduras leves y con contusiones, según el primer diagnóstico emitido por el servicio de emergencias sanitarias del 061. Fue trasladada por una ambulancia de este servicio hasta el área de Traumatología del Virgen del Rocío. Allí fue sometida en un primer momento a un examen radiológico donde se le detectó que padece diversos traumatismos. Posteriormente fue derivada a la Unidad de Quemados, donde se le curaron las quemaduras leves que padece. Su estado es grave pero su vida no corre peligro. Según informan desde el hospital, la accidentada continúa "estable, consciente y no necesita cuidados intensivos".

El marido quedó, muerto, en el interior del aparato.  Aunque aún es pronto para determinar lo ocurrido, todo apunta a que falleció en pleno vuelo, antes del accidente, y no como consecuencia del mismo. Los Bomberos rescataron el cadáver, que fue levantado horas después del siniestro. El accidente ocurrió sobre la una y veinte minutos de la tarde. Desde la una, los distintos servicios de emergencias estaban coordinados para facilitar el aterrizaje. El ultraligero había salido por la mañana desde el aeródromo de Trebujena. La pareja tenía intención de aterrizar en Coria del Río, tras hacer un vuelo por encima del Guadalquivir.

El aeropuerto estuvo cerrado al tráfico aéreo desde la una y veinte hasta las tres de la tarde, por lo que se tuvieron que desviar cuatro vuelos al aeropuerto de Jerez de la Frontera. Algunos de estos aviones estuvieron sobrevolando el aeropuerto de San Pablo durante más de veinte minutos, a la espera de que se reabriera el aeródromo y pudieran tomar tierra. Finalmente fueron desviados a Jerez de la Frontera, adonde llegaron con un retraso aproximado de una hora..

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— Oirebi (@iberio) agosto 23, 2015