Urbanismo no pagará por la muerte de la joven que se hizo un ‘selfie’ en Triana

Responsabilidad patrimonial

Un tribunal entiende que la posible falta de iluminación o la altura del banco no es suficiente para culpar al Ayuntamiento

Colocación del vallado de la calle Betis a finales de agosto de 2015.
Colocación del vallado de la calle Betis a finales de agosto de 2015. / Belén Vargas

El Ayuntamiento no tendrá que indemnizar a la familia de la joven polaca que falleció en noviembre de 2014 tras caerse de una altura de siete metros cuando intentaba tomarse una fotografía con su teléfono móvil desde el poyete de la zapata de la calle Betis. Una sentencia de la Audiencia Nacional entiende que el posible incumplimiento de la normativa sobre iluminación o altura del borde del banco corrido no es suficiente para hacer a la administración responsable del accidente.

En el fallo de la sección séptima de la sala de lo Contencioso-Administrativo se concluye que la causa directa del accidente radica en la falta de cuidado de la víctima y en que asumió un riesgo innecesario al colocarse en un lugar que no estaba previsto para sentarse, circunstancia que provocó la caída hace ahora cinco años. La reclamación patrimonial solicitada a la Gerencia de Urbanismo era de 325.000 euros.

“Una testiga de los hechos atestiguó que la caída se produjo desde lo alto del muro que existe en la calle Betis, cayendo hacia la parte del río y por subirse al segundo escalón, y que como llevaba tacones debió resbalar y caer hacia el río. Obviamente, si se utiliza el banco corrido para sentarse es imposible tener el accidente que está en la base del fallecimiento por el que se reclama”. La sentencia añade que no es relevante la existencia de un gran número de terrazas ni que se hicieran obras de modificación en el poyete con posterioridad al accidente de Triana.

Los hechos se remontan a principios de noviembre de 2014. La joven polaca se subió al poyete de la zapata, en la calle Betis, para hacerse un selfie en el que saliera el puente de Triana de fondo. La chica perdió el equilibrio y se precipitó hacia el lado del río, cayendo de cabeza sobre el pequeño muelle de hormigón que suele ser utilizado por pescadores, que tiene poco más de un metro de anchura.

La Audiencia Nacional concluye que la causa radica en la falta de cuidado de la víctima

La víctima, identificada mediante las iniciales R. S. A., era una estudiante del programa Erasmus matriculada en la Universidad de Murcia y que se encontraba de visita en Sevilla con unas amigas durante el fin de semana. Las jóvenes estaban paseando por la zona de la calle Betis cuando quisieron hacer fotografías con sus teléfonos móviles. La estudiante polaca fue un paso más allá y se encaramó al poyete de la zapata para poder obtener una mejor vista del puente de Triana.

El impacto contra el suelo fue brutal. La chica sufrió una fractura en la base del cráneo que le provocó una parada cardíaca. En esa situación se encontraba cuando llegaron los servicios de emergencias sanitarias del 061, que desplazaron una unidad de soporte vital básico y una UVI móvil. Le practicaron una maniobra de reanimación en el mismo muelle de hormigón y consiguieron sacarla de la parada cardíaca.

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