Sin hacer mucho ruido el gobierno de Juan Espadas ha sacado adelante sus terceras ordenanzas fiscales, incluido el punto más complicado: una revisión de las tarifas del Real Alcázar que incluye un alza de dos euros en la entrada general al recinto (no afecta a los sevillanos). En este caso el respaldo necesario vino de Participa Sevilla e Izquierda Unida. Todo lo contrario que en la aprobación para conseguir rebajar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) un 3% el año que viene tras los acuerdos con Ciudadanos. La abstención del Partido Popular fue clave. Una nueva demostración del buen hacer de los socialistas con los algoritmos desde su llegada a la Alcaldía hace ya más de dos años y medio. El alcalde se lanzó y comentó para cerrar la sesión plenaria que "en 2019 vamos a ser mayoría". Hasta entonces tendrá que seguir haciendo puzzles con los grupos de la oposición.

En los nuevos precios para la ciudad que entrarán en vigor el próximo 1 de enero sólo faltará una de las nueve enmiendas que se debatieron (al Pleno no llegó la revisión de la plusvalía, ya que el interventor recomendó al gobierno municipal que no revise la ordenanza hasta que el Estado no defina su regularización). Todas las formaciones excepto el Partido Socialista rechazaron una modificación de la tasa por los documentos que expida o tramite la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento, donde se incluía la tarifa de unos 300 euros para quienes cambiaran el uso de una vivienda residencial a turística. Antonio Muñoz se queda por segundo año consecutivo sin lograr sacar adelante esta propuesta.

La reducción de la bonificación por la antigüedad de los vehículos para aquellos de más de 25 años del 100% al 75%; la actualización del impuesto sobre vehículos sólo aplicada para los turismos de más de 16 caballos fiscales y las motocicletas de más de 500 cilindradas; o que Tussam incorpore al autobús solidario a las personas desempleadas que hayan trabajado un mes durante los últimos seis meses fueron otras de las ordenanzas aprobadas. Las enmiendas presentadas por Ciudadanos para incluir en la tarjeta nominativa anual a los hijos menores de 12 años y la gratuidad del autobús hasta los diez años fueron rechazadas por el gobierno al entender que suponen otro agujero de un millón de euros para las cuentas de la empresa municipal de transporte. Además, ha subido la tasa que los caseteros abonan para instalar los módulos en la Feria de Abril excepto para los de uso público.

En el debate plenario destacó la intervención del popular Rafael Belmonte, que cargó contra Participa e IU: "Parecen los niños pequeños que están todo el día protestando pero que después hacen lo que les dice papá". Daniel González Rojas le recordó que es Beltrán Pérez el que lleva "cinco meses llamando a la puerta de Espadas, como un perrito". El líder del PP contestó que es el alcalde el que está "burreando" a las formaciones de izquierdas, ya que "hace lo que quiere y pacta con quien quiere". La oposición discute entre ellos mismos mientras el gobierno sigue a lo suyo.