Los activistas piden al juez ampliar las medidas cautelares para el ficus de Triana

Medio Ambiente

Solicitan que se riegue el árbol y que los expertos accedan al atrio de San Jacinto

Denuncian que los operarios han seguido trabajando pese a paralizarse la tala

El Ayuntamiento asegura que Parques y Jardines está tomando ya medidas para proteger el ejemplar

Éstas son las 33 entidades de Triana que apoyan la tala del Ficus

Estado en el que se encuentra el ficus hasta el momento en que se paralizó la tala.
Estado en el que se encuentra el ficus hasta el momento en que se paralizó la tala. / Juan Carlos Vázquez

Los activistas contrarios a la tala del ficus de Triana no se conforman con que se haya paralizado el apeo de este árbol centenario por auto judicial. Quieren extremar precauciones con el fin de que el ejemplar sobreviva y siga aportando riqueza ambiental al antiguo arrabal. Por tal motivo, y ante la desconfianza que le genera la comunidad parroquial de San Jacinto y el Ayuntamiento de Sevilla por sus recientes actuaciones, han solicitado a la Justicia que amplíe las medidas cautelares concedidas en este polémico asunto.

Con tal fin, han presentado en el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 9 de Sevilla un escrito en el que solicitan que se adopten medidas urgentes para proteger el árbol, en atención a las indicaciones de varios expertos "nacionales e internacionales" y que también se permita a los profesionales en la materia acceder al atrio de San Jacinto, donde se encuentra el ejemplar centenario, para que puedan elaborar un informe que verifique la supervivencia del ficus y la compatibilidad de éste con la estructura de un templo declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

El escrito lo ha presentado Juan Manuel Ruiz Cobos, presidente de la Asociación Multisectorial de la Jardinería Andaluza (AMJA), a la que ya se le otorgó las medidas cautelares tras presentar un recurso contra la licencia dada por la Gerencia Municial de Urbanismo y Medio Ambiente para llevar a cabo dicho apeo. Esta respuesta hizo posible el pasado jueves que se paralizaran los trabajos costeados por la orden dominica que regenta San Jacinto.

Contra las quemaduras

En el apartado de alegaciones que recoge el escrito presentado ante el juzgado, la AMJA detalla que, entre las medidas a tomar, ha de incluirse "la protección de la albura contra las quemaduras". Para lograrla conviene programar "unas pautas de riegos generosos en hondura y con frecuencias marcadas por la evolución meteorológica". Esta acción se acompañará de "un abonado con algún fortificante de origen biológico". Son medidas que coinciden con el informe elaborado por Ricardo Librero, arquitecto paisajista y miembro de la asociación mencionada.

La AMJA deja claro en el escrito su recelo hacia el Ayuntamiento de Sevilla y la orden dominica que regenta San Jacinto. "Esta parte no confía en que Administración ni la parroquia vayan a llevar a cabo correctamente dichas medidas de protección, dados los hechos ocurridos en las pasadas 48 horas", los cuales detalla en el informe.

Entre ellos, hace hincapié en que, tras conocerse el pasado miércoles que el citado juzgado declaraba hábil el mes de agosto para estudiar el recurso presentado por la AMJA contra la tala del ficus, los trabajos se intensificaron desde las 13:30 hasta pasadas las 23:30, "más de 10 horas sin descanso", lo que, a su juicio, tenía como objetivo "matar el árbol antes de que el juez pudiese dictaminar sobre el asunto". Todo ello, además, con "un importante despliegue de seguridad", conformado por 10 coches y furgonetas con más de 40 policías.

Una tala "a escondidas"

Las críticas a la actuación municipal y de la comunidad parroquial no acaban aquí. La AMJA sostiene que, una vez dictado el auto judicial el pasado jueves por el que se paralizaba el apeo del ficus, "el Ayuntamiento, de nuevo con mala fe y en su afán de acabar con el árbol a toda costa, permitió que la empresa que estaba a cargo de la tala continuara trabajando toda la mañana y la tarde". "La empresa pudo sacar, en multitud de camiones que fueron saliendo y entrando durante horas, todas las ramas y troncos que se encontraban dentro del recinto parroquial", abunda el escrito, que incluso señala que se colocó "una malla opaca" sobre las rejas del atrio de San Jacinto "para seguir trabajando dentro del recinto sin ser vistos desde el exterior". La asociación teme que se continúe con la tala "a escondidas", con la afección a las raíces del ficus y provocar la muerte del mismo.

Tres medidas iniciales

Por su parte, la plataforma en defensa del ficus de San Jacinto ha registrado este viernes un escrito en el Ayuntamiento de Sevilla para que, "con la máxima celeridad posible", se tomen medidas para "mantener vivo" el árbol centenario. En la misiva, consultada por Europa Press, se reclama la "intervención inmediata" de los técnicos de Parques y Jardines para "garantizar la supervivencia" del tronco, que es lo único que ha quedado en pie.

La plataforma apunta tres medidas "iniciales". La primera de ellas sería "proteger" con arpillera "u otro textil natural" las ramas y el tronco que han quedado para "evitar la insolación directa". En segundo lugar, se plantea aplicar "un mastic provisional" a los cortes para "reducir la pérdida de savia y crear una película protectora que evite la incidencia de otros elementos sobre células sin protección, como la lluvia y los insectos". Por último, se aboga por un "riego inmediato para reducir el estrés biológico".

El precinto del compás

El Ayuntamiento ha informado de que tras la notificación de la resolución judicial el pasado jueves se han adoptado las "medidas inmediatas" por parte de Urbanismo, Parques y Jardines y la Policía Local para "garantizar" la paralización de los trabajos en curso así como la seguridad de las personas. Con este objetivo, se ha procedido a precintar el compás de la iglesia de San Jacinto, y este viernes, en continuidad con lo establecido en el auto de suspensión, "se están valorando por el Servicio de Parques y Jardines las medidas de protección del árbol que puedan realizarse de forma inmediata, y para el periodo que pueda prolongarse la suspensión cautelar de la licencia".

El juez ha dado hasta el próximo martes de plazo para que el Ayuntamiento aporte toda la documentación pertinente sobre la licencia otorgada para este polémico apeo. A partir de ahí, entrará estudiar a fondo el recurso y podrá decidir si la tala del ficus continúa o se paraliza para siempre.

La Asociación Española de Arboricultura también se pronuncia

La tala del ficus de San Jacinto sigue resonando a nivel nacional. La Asociación Española de Arboricultura (AEA) considera que el apeo se ha realizado "sin haber contemplado previamente" los estudios de patrimonio arbóreo y posibles afectaciones al patrimonio arquitectónico.

En opinión de AEA, "por el bien del patrimonio de la ciudad y de los ciudadanos", se debería haber realizado un estudio en detalle de la viabilidad del ejemplar. También se tendría que haber elaborado un plan de gestión específico para el mismo, antes de tomar una decisión que supone una pérdida "irreversible".

A este respecto, ha lanzado al aire varias preguntas con respecto a la compatibilidad de la conservación del árbol, la estabilidad del edificio y la seguridad de las personas, entre otras.

La AEA, como miembro del European Arboricultural Council (EAC) y la International Society of Arboriculture (ISA), ha explicado en un comunicado que las ciudades deben tener unos inventarios realistas del arbolado, ya sea público o privado, así como una gestión correcta prevista e informes sobre su conservación, "máxime si se trata de arbolado patrimonial".

Al considerar los árboles como bienes patrimoniales, las comisiones y los departamentos de Conservación del Patrimonio han de contar para esta tarea con especialistas en arbolado, a través de los servicios técnicos municipales de Parques y Jardines, que son los que "mejor los conocen y más experiencia acaparan.

La asociación pone de relevancia la importancia de conocer, gestionar, valorar y proteger el arbolado patrimonial en las ciudades, "fundamental" para la habitabilidad y que aporta numerosos beneficios para la ciudadanía, "cada vez más consciente" de su importancia.

Destaca que los arquitectos reconocen el valor del árbol y están potenciando su conservación como elemento estructural dentro de la trama urbana

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