La brutal agresión de Reyes Católicos deja en evidencia el plan de seguridad

seguridad ciudadana

La Policía sigue buscando a los radicales sevillistas que apuñalaron a un joven belga e hirieron a un italiano mientras cenaban en El Papelón.

El joven apuñalado, tendido en un charco de sangre / M. G.
El joven apuñalado, tendido en un charco de sangre / M. G. / M.G.
Fernando Pérez Ávila

23 de noviembre 2016 - 02:34

Las imágenes de veladores volando, de tipos encapuchados y armados con palos tirando ladrillos, piedras y otros objetos contundentes y de jóvenes heridos desangrándose empiezan a ser estampas clásicas en las calles del centro de Sevilla cada vez que hay un partido europeo. La de la noche del lunes en la calle Reyes Católicos es la quinta gran pelea de ultras que se registra en menos de un año en la ciudad. Tal sucesión de episodios violentos cuestiona la eficacia de los planes de seguridad diseñados por la Delegación del Gobierno en Andalucía, que no han conseguido abortar ninguna de estas reyertas multitudinarias.

La turba de radicales sevillistas cargando contra un grupo de aficionados de la Juventus que cenaban en la taberna El Papelón abrió ayer los telediarios de toda España, no sólo ya los espacios dedicados al deporte, en los que los salvajes llegaron a quitar protagonismo incluso a la previa del partido que el Real Madrid jugaba anoche en Lisboa. La trifulca acabó con tres heridos, uno de ellos de gravedad, y daños materiales de consideración en un local y en el mobiliario urbano. Pero también supone un duro golpe para una ciudad que ha apostado por el turismo como una de sus principales fuentes de ingresos.

Horas antes de los incidentes, la Delegación del Gobierno en Andalucía había informado de que el partido entre el Sevilla y la Juventus era considerado de alto riesgo y que había un dispositivo de seguridad compuesto por 800 personas, de las que 360 eran policías nacionales y 90 policías locales y bomberos. La subdelegada del Gobierno, Felisa Panadero, aseguró ayer que había un grupo de agentes de la Unidad de Prevención y Respuesta (UPR) de la Policía Nacional a cien metros del lugar de la reyerta y que estos policías tardaron tres minutos en llegar. Sin embargo, algunos testigos presenciales niegan esta versión oficial y aseguran que la Policía tardó unos veinte minutos en llegar.

Quizás eso explique que, a la hora de cierre de esta edición, aún no haya ninguna persona detenida en relación con los incidentes de la noche del lunes. La Policía abrió una investigación sobre lo ocurrido, identificó a siete radicales del Sevilla cuya participación en los hechos se está investigando, recabó el testimonio de los testigos, examinó los vídeos de las cámaras de seguridad y de los teléfonos móviles de algunos de los viandantes que grabaron la escena y un equipo de la Policía Científica estuvo tomando huellas en el interior de la taberna y en las puertas de la misma. Los agresores se cubrían los rostros con capuchas, bufandas y bragas. En uno de los vídeos que ayer circulaban por las redes sociales puede oírse a algunos de ellos comentando, cuando ya se retiran a la carrera por Santas Patronas hacia la calle Almansa, que "han apuñalado a uno".

Los hechos ocurrieron sobre las once de la noche en la taberna El Papelón de la esquina de la calle Reyes Católicos con Santas Patronas. Allí había varias personas cenando en el interior del local. Entre ellos había algunos italianos, pero también españoles. Decenas de radicales sevillistas entraron en el local y agredieron a los italianos. A la salida los esperaron y volvieron a atacarles. Allí volaron sillas, mesas, sombrillas, botellas de vidrio, palos y ladrillos, entre otros objetos. Uno de los aficionados de la Juventus, un joven de 28 años de nacionalidad belga, fue apuñalado, probablemente con un trozo de cristal. Recibió al menos dos heridas, una de ellas en el tórax y la otra en la pierna. El servicio de emergencias del 061 estuvo estabilizándolo durante veinte minutos en el interior del bar y luego lo trasladó al hospital Virgen del Rocío, en cuya UCI permanece ingresado después de ser operado de urgencia. Su pronóstico es grave. Otro joven italiano resultó herido, aunque con lesiones leves.

El tercer herido es un joven sevillista que fue hallado inconsciente por un ciudadano, que lo trasladó al centro de salud de la Carretera de Carmona. Allí ofreció una versión inconexa en la que aseguraba que había que quedado con una chica y no se había presentado y que le habían atracado. La Policía interrogó a la madre del joven, que aseguró que su hijo había ido a jugar al fútbol, si bien no llevaba ropa alguna para ello. Sí llevaba una sudadera de los Biris. Se investiga si pudo participar en la riña de Reyes Católicos.

El Sevilla condenó ayer enérgicamente los incidentes. El presidente del club, José Castro, manifestó que este tipo de actos violentos "no van acorde con el sentir del sevillista" y lamentó que se pueda hablar más de estos incidentes que del rendimiento del equipo. "En este club se ha trabajado mucho y bien a lo largo de muchos años para ser un club respetado, caracterizado por conseguir éxitos deportivos y que no se tenga que hablar de nosotros por incidentes como los de ayer", declaró Castro en SFC Radio.

Detenido un hijo de Del Nido por otro altercado

La Policía Nacional detuvo la noche del lunes a Adrián del Nido Carrasco, hijo del que fuera presidente del Sevilla José María del Nido Benavente, por otro altercado ocurrido en un bar de la calle Marqués de Paradas. Los camareros del local requirieron la presencia de la Policía porque Adrián del Nido se encontraba en estado ebrio e insultando al personal del bar. Uno de los camareros salió del establecimiento y vio que pasaba un patrullero de la Policía Nacional, al que hizo señas. Los agentes pidieron a Del Nido que se identificara, pero éste se negó e intentó agredir a los policías, por lo que finalmente fue detenido y se le imputa un delito de atentado a agente de la autoridad. Su hermano José María, vicepresidente del Sevilla, le asistió ayer como abogado. No es la primera vez que Adrián del Nido es detenido. El Sábado Santo de 2010 iba de copiloto en el coche que, conducido por un amigo, atropelló y mató a dos chicas en el Paseo de Colón. Adrián del Nido fue condenado a pagar 120 euros a los policías locales que intervinieron en el accidente, a los que llamó "chulos".

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