El proyecto de ampliación del tranvía a Nervión y Santa Justa ha sufrido todo tipo de dificultades desde que hace una década lo planteó Alfredo Sánchez Monteseirín y luego las piedras continuaron cuando el socialista Juan Espadas lo retomó en su primer mandato. 

Monteseirín se encontró en 2008 con que su socio de gobierno, Izquierda Unida, frenaba la ampliación en seco por entender que este transporte en superficie debía cruzar por la avenida de la Buhaira, en lugar de por San Francisco Javier y Luis de Morales.

El primer teniente de alcalde Antonio Rodrigo Torrijos argumentó entonces la alternativa de llevarlo por la Buhaira era la única posible al ser "menos costosa". Aún así tramitó formalmente el proyecto en 2009 con el trazado por San Francisco Javier y Luis de Morales y lo sometió a alegaciones públicas.   

2009: Monteseirín y Torrijos visitan el tranvía. Ambos en la cabina del Metrocentro.

Cuando Juan Ignacio Zoido (PP) llegó a la Alcaldía en 2011 no hubo ningún avance en el tranvía. El alcalde del PP llegó a estudiar ampliaciones de este transporte hacia Sevilla Este que no prosperaron.

Zoido únicamente defendió llevar el Metrocentro a Santa Justa en la campaña electoral de 2015, pero tras las elecciones la Alcaldía acabó ganándola Juan Espadas con los votos de IU y Participa.

Cuando el socialista Juan Espadas llegó al sillón de alcalde en junio de 2015 estaba convencido de que sería capaz de aprobar la obra y que a Nervión llegaría el tranvía a finales de 2020. Sus previsiones chocaron con el bloqueo político de todos los grupos de la oposición (PP, Cs, IU y Participa).

Tras las elecciones de 2015: el alcalde Juan Espadas visita las cocheras del tranvía para hacer su primer viaje al centro como alcalde.

Algunas claves del fracaso de Espadas tenían que ver con la falta de una planificación de la movilidad en la ciudad, una cuestión que ahora se ha solventado con la redacción del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), del que se han dado los primeros pasos para su aplicación en la ciudad.