Dos años para el 'crack'
La Fiscalía solicita veinticinco meses de cárcel para Rubén Castro por presunto maltrato y amenazas a una ex novia. El canario se sentará en el banquillo, posiblemente a final de año.
Rubén Castro deberá sentarse en el banquillo y lo hará, aproximadamente, entre finales de este año y los primeros meses del siguiente, según las previsiones de algunos juristas, tras conocerse este jueves que la Fiscalía de Sevilla había solicitado dos años y un mes de cárcel para el futbolista del Betis por cuatro delitos de maltrato y un quinto de amenazas leves -mensajes a través del teléfono móvil- hacia una ex novia con la que mantuvo relaciones hace ya año y medio.
Fuentes judiciales informan que el Ministerio Público ha solicitado para el canario, por el delito de amenazas, nueve meses de prisión, privación del permiso para la tenencia o porte de armas por dos años y prohibición de comunicación o que se acerque a la víctima o lugar donde ésta resida por un periodo de un año y nueve meses.
Asimismo, y en el escrito de acusación elevado al Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 3, la Fiscalía solicita para el futbolista cuatro meses de cárcel por cada uno de los cuatro delitos de maltrato, así como privación del permiso para la tenencia o porte de armas por tiempo de dos años y prohibición de comunicarse o acercarse a la víctima por un periodo de un año y cuatro meses. Asimismo, ha solicitado que Rubén Castro indemnice con 360 euros a la supuesta víctima.
Hay que recordar que la juez dictó auto de procedimiento abreviado contra el jugador del Betis por cuatro delitos de maltrato y un quinto delito de amenazas leves hacia su ex novia, archivando asimismo la denuncia por agresión sexual y maltrato habitual que la joven había interpuesto contra el delantero del Betis. En el auto de procesamiento, la juez recoge que la relación entre ambos era "conflictiva" por ambas partes y estaba caracterizada por actitudes "de control, celos y agresiones".
Así, la juez apunta que Rubén Castro habría agredido físicamente en cuatro ocasiones a su ex novia, lo que habría quedado acreditado a través de los partes de lesiones aportados a la causa y de las manifestaciones de las propias amigas de la joven, que aseguraron que llegaron a observar que ésta presentaba "marcas" y "lesiones físicas". Por este motivo, la juez lo procesó por cuatro delitos de maltrato del artículo 153.1.
Asimismo, la juez procesó al canario por un delito de amenazas leves del artículo 171.4 del Código Penal, pues relata que el jugador del Betis mandó un mensaje de texto a la mujer con amenazas hacia ella, algo que incluso reconoció el propio futbolista.
Por el contrario, la juez archivó la denuncia por agresión sexual interpuesta contra Rubén Castro al no estar acreditada y también la denuncia por maltrato habitual, ya que los informes técnicos emitidos por los equipos de apoyo de violencia de género han determinado que "no se ha producido una situación de control o dominio" por parte del delantero hacia su ex novia.
Fue el 28 de mayo de 2013 cuando la joven denunció ante la Jefatura de la Policía en Blas Infante que, sobre las tres de la mañana del 27 de mayo, una vez finalizado el partido entre el Betis y el Zaragoza, ambos se encontraban en una conocida discoteca de la avenida de la Palmera y comenzaron una discusión en el marco de la cual el futbolista le habría propinado "varios puñetazos y bofetones".
Según su denuncia, en la que aportaba un parte de lesiones, ambos salieron del local y el jugador del Betis la obligó a meterse en su coche, llevándola hasta un hotel del distrito Sur, donde supuestamente se habría producido la agresión sexual, lo que motivó que Rubén Castro fuera detenido por la Policía al finalizar el entrenamiento en la ciudad deportiva.
En su primera declaración judicial, el futbolista negó las acusaciones, tras lo que la juez lo dejó en libertad con cargos y le impuso una orden de alejamiento de 300 metros. Posteriormente, en agosto de 2013, la joven amplió su denuncia y la juez le imputó, además de un delito de agresión sexual, un delito de maltrato habitual y otro genérico. Tras la ampliación, el delantero compareció nuevamente ante la juez y negó todos y cada uno de los nuevos hechos denunciados.
Así, tras este auto de transformación de las diligencias previas en procedimiento abreviado, que significa que la instrucción finalizó, Rubén Castro dispondrá de diez días para su escrito de defensa, antes de que pase a un juzgado de lo penal. La fecha para el juicio se iría a los diez meses mínimo. Lo previsible en éste es que, si existe atenuante de reparación de daño, el juez rebaje la pena de prisión y el canario la condone por una multa.
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