El arquitecto Fernando Mendoza, autor de la restauración de la iglesia del Salvador, con la fue galardonado con el Premio Nacional de Restauración, ha mostrado su perplejidad por la falta de coordinación municipal en las obras de sustitución de las redes eléctricas que Endesa ha realizado en la plaza, en las que aparecieron huesos de diversos enterramientos.
Mendoza, en declaraciones a este periódico, ha lamentado, igualmente, la falta de sensibilidad y rigor a la hora de tratar estos restos óseos por parte de los operarios y por el Ayuntamiento. "He alucinado cuando he visto los huesos en el contenedor. Era conocido que la plaza, al igual que la iglesia y el Patio de los Naranjos, era un gran cementerio. Se sabía que con cualquier trabajo que se realizara iban a aparecer restos. Me parece increíble que nadie desde el Ayuntamiento lo controlara. Se ve que no hay comunicación entre los distintos departamentos", ha incidido.
Durante las obras de restauración de la iglesia se hallaron un total de 1.600 cuerpos que aún permanecen en la cripta. Mendoza señala que nunca se ha hecho una excavación en la plaza, pero cree que debe haber también bastantes enterramientos. "Que era el cementerio en la época medieval era suficientemente conocido. Lo lógico es que estuvieran un antropólogo y un arqueólogo para controlar la excavación".
El reconocido arquitecto, por último, pide al Ayuntamiento un cambio de actitud a la hora de afrontar estos trabajos: "Es indignante. No hay manera de que las obras tengan un tratamiento adecuado a su carácter".
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