Sevilla

El arte de estafar al seguro

Ilustración: Rosell.

Ilustración: Rosell.

El pasado lunes, la Policía Nacional informó de la detención de un joyero de San Juan de Aznalfarache que había denunciado un falso robo. El joyero se presentó en la comisaría y dijo que, cuando estaba cerrando la joyería, dos invididuos en moto lo abordaron, le propinaron numerosos golpes y le sustrajeron una mochila con joyas y relojes valorados en 58.000 euros, así como otros 2.900 euros en metálico. La Policía inició una investigación y descubrió que tal robo no había existido. El comerciante fue detenido por un delito de simulación y otro de estafa. Finalmente admitió que había sufrido un robo auténtico durante un viaje a Brasil, y que había intentado recuperar lo perdido estafando a su compañía de seguros.

Historias como éstas se producen a menudo no sólo en Sevilla, sino a lo largo de toda la geografía. Eso sí, Sevilla es una de las provincias españolas con mayor porcentaje de estafas al seguro de todo el país. Siete de cada cien partes que se presentan son falsos. Así consta en el IV Barómetro del fraude en el seguro de autos y hogar, elaborado por Línea Directa. Este estudio destaca que estas prácticas se han disparado con la pandemia del covid-19, creciendo hasta un 21%.

El documento explica varias de las modalidades de estafa que están de moda en los últimos años. Habla de redes que simulan siniestros para blanquear dinero procedente del narcotráfico, mafias que fingen atropellos a ciclistas, artistas que reclaman miles de euros mientras actúan en teatros y modestos deportistas que solicitan una incapacidad permanente mientras se ejercitan en parques públicos. Estos son algunos de los casos desenmascarados por los especialistas antifraude de la aseguradora, y que forman parte de los casi 75.000 intentos de estafas sufridos por Línea Directa en los últimos dos años.

El informe desgrana la evolución del fenómeno del fraude al seguro en los últimos doce años y analiza la actividad de las mafias organizadas. La principal conclusión es que el covid-19 ha disparado las estafas en los seguros del coche. La proporción de partes falsos subió un 21% en 2020, a pesar del confinamiento y las restricciones de movilidad. Esto elevó la cifra de estafas hasta el máximo de toda la serie histórica, pues siete accidentes de cada cien son falsos. 

El mapa del fraude al seguro en España. El mapa del fraude al seguro en España.

El mapa del fraude al seguro en España. / Departamento de Infografía. Fuente: Línea Directa

Hay más fraude al seguro pero de menor importe que en otras ocasiones. En el conjunto de los dos últimos años, el porcentaje de estafas en el ramo de autos llega al 7%, frente al 5,7% del anterior barómetro, que correspondía al periodo 2017-18. Sin embargo, los costes de los engaños bajan notablemente, en torno a un 13%, hasta alcanzar los 1.130 euros por caso. Esto es, dice el informe, algo característico de las épocas de recesión económica. 

La estafa más habitual se produce en el seguro del coche. Suelen cometerla hombres jóvenes con trabajos precarios, que tratan de incluir en el parte daños ajenos al siniestro, generalmente materiales. Por otra parte, más de la mitad de las personas que fueron descubiertas cuando trataron de engañar a la compañía durante los dos últimos años afirman que lo hicieron por la situación económica generada por la pandemia.

"El covid-19 ha llevado los intentos de estafas al seguro a sus máximos históricos, tanto en el ramo de autos como el de hogar. Por eso, es importante recordar en este momento que este tipo de fraudes lo pagamos entre todos los asegurados. Además de encarecer las pólizas, pueden estar conectados con delitos muy graves y organizaciones muy peligrosas", expuso Mar Garre, directora de Comunicación de Línea Directa. 

El confinamiento decretado entre marzo y mayo de 2020 puso, según el informe, en "graves apuros" a las redes organizadas de fraudes al seguro, ya que sus actividades se vieron afectadas por las dificultades logísticas y de movimiento. La compañía identificó 74 mafias en 2020, mientras que en 2019 fueron 111. Ambas cifras están lejos de las 123 registradas en 2018. En la última década, ha destapado la actividad de casi 700 bandas. 

Estas redes suelen ser de dos tipos: la que simulan siniestros y las que los causas, implicando en ellos a terceros inocentes. Suelen presentar una estructura muy jerarquizada y una cúpula muy pequeña, formada por dos o tres cabecillas que se centran en reclamar las indemnizaciones por daños corporales, que son las que tienen un mayor importe. Estas cantidades suelen ser siete veces superior a las de otros intentos de fraude. Esto explica, según Línea Directa, que los costes de las estafas de las redes superen de media en casi siete veces a los engaños habituales. El modus operandi de estas mafias suele ser el llamado fraude en carrusel, en el que van estafando a distintas aseguradoras de forma sucesiva.

Un policía nacional investiga una estafa en Sevilla. Un policía nacional investiga una estafa en Sevilla.

Un policía nacional investiga una estafa en Sevilla. / Belén Vargas

El estudio actualiza el mapa del fraude en España. El Sur de España es una de las zonas más activas en estas prácticas. Cinco provincias andaluzas están entre las diez primeras del país, si bien en algunas zonas del norte de España ha repuntado mucho este tipo de delincuencia. De hecho, Santander es la provincia con más estafas, con un 9,4% de los partes fraudulentos. Le siguen Cuenca, con un 8,6%; y Málaga, con un 7,6%. Sevilla está entre las diez primeras con un 7,5% de estafas, por encima de la media nacional, que está en el 6,3%. Las provincias en las que hubo menos intentos de engaño fueron Soria, con un 2,9%; Teruel y Palencia, ambos con un 3%.

En Andalucía, Sevilla es la tercera provincia por detrás de la ya citada Málaga, y de Cádiz, que también tiene un 7,6% de fraude. Le siguen Jaén, con un 7,4%; y Granada, con un 6,9%, ambas por encima de la media nacional. Por debajo están Córdoba, con un 6%; Almería, con un 5,6%; y Huelva, con un 4,6%.

El estudio también hace una distribución de las mafias por comunidades, siempre teniendo en cuenta la proporción entre el número de organizaciones detectadas en los dos últimos dos años y la población de cada región. La lista resultante la encabeza Murcia, con 25,2 redes por cada millón de habitantes. Le siguen a mucha distancia Andalucía, con 9,8 mafias por cada millón de personas, y el País Vasco, con 4,1.

No sólo se han incrementado los fraudes en los seguros de coches. También lo han hecho en los seguros de hogar, si bien de una forma mucho más moderada. La proporción de engaños en este ámbito es del 2,7%, es decir, dos de cada cien partes que se presentan son falsos. Ha subido apenas un par de décimas en relación con el periodo anterior. Sin embargo, esta cifra supone ya su máximo histórico. 

En este apartado, Sevilla está por debajo de la media nacional, con un 2% de fraude. Teruel, León y Orense son las provincias donde más proporción de partes fraudulentos se detectaron en el periodo 2019-2020, mientras que Soria, Las Palmas y Guipúzcoa en las que menos. En Andalucía, el nivel de fraude al seguro de hogar es superior o igual a la media nacional en Granada (2,9%), Almería (2,5%), Jaén (2,5%) y Málaga (2,5%), y se sitúa por debajo en Cádiz (2,4%), Córdoba (2,4%), Huelva (2,1%) y Sevilla (2%).

En lo referente al coste medio, el importe alcanza los 687 euros por parte falso, un 12% menos que en 2018 y casi un 40% menos que en el seguro del coche, algo comprensible teniendo en cuenta que estos fraudes se centran más en los daños materiales. En cuanto a la tipología, los montajes o las simulaciones de accidentes son los intentos de fraude más comunes en el seguro de hogar (38%), seguidos de la declaración de daños producidos antes de la contratación (22%).

Para complementar el estudio, Línea Directa ha querido pulsar la opinión pública sobre este tema, con algunas revelaciones sorprendentes, ya que más de 3 millones de conductores españoles reconocen haber dado conscientemente información falsa al seguro. Los motivos que alegan para mentir son la situación económica, la cultura del engaño que hay en España, que lo hace menos censurable, y los precios de los seguros.

En cualquier caso, aunque la mayoría de los españoles desaprueba el fraude al seguro (63%), el 37% lo justifica en algunos casos y más de la mitad de las personas que han mentido a sus compañías en los dos últimos años (51%) no se arrepiente de haberlo hecho. Especialmente llamativo es que 3 de cada 4 españoles estaría dispuesto a denunciar a otra persona que comete fraude a la compañía de seguros a cambio de un beneficio económico. Cataluña es la comunidad en la que mayor disposición hay a denunciar este comportamiento a cambio de una contraprestación, ya que casi 8 de cada 10 personas lo harían, proporción que baja al 74% en Andalucía, en línea con la media nacional.

 

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