El barco, hundido a cien metros, difícil de recuperar

El ex presidente de la patronal andaluza, Rafael Álvarez Colunga, era experto navegante (tenía el título de capitán de yate de hasta 20 metros de eslora) y perfecto conocedor de la mecánica de barcos. Llevaba años al timón. De hecho, recientemente había sustituido a la potente embarcación con la que había estado saliendo al mar (un Beneteau 57 de 18 metros de eslora) por una zodiac semirrígida de 7,5 metros, a la que bautizó como 'Rac', con la que el pasado sábado salió a navegar.

El empresario se deshizo de su yate anterior después de que le diagnosticaran un cáncer de colon, que había superado. A Álvarez Colunga le gustaba salir solo al mar y su antiguo barco no se lo permitía.

Los datos que se van conociendo del accidente ponen en duda la posibilidad de que el barco pueda ser recuperado de alta mar, una decisión que, de llegar, correspondería al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Moguer, encargado de la investigación del accidente. Fuentes de la Guardia Civil confirmaron que el barco se encuentra a seis millas de la costa y a una profundidad de aproximadamente 100 metros, lo que dificultaría el rescate de la embarcación.

Una de las hipótesis que manejan los investigadores es que el incendio de la zodiac se produjera por una deflagración, una chispa que hiciera prender el fuego y extenderse al depósito del barco e incluso (es una posibilidad) a alguna garrafa de combustible que el empresario llevara para repostar. Otra hipótesis que se baraja es que se acumularan gases en el fondo del barco y que se prendieran en algún momento, provocando una llamarada que habría abrasado a Álvarez Colunga e incendiado la embarcación. Algunos expertos, sin embargo, rechazan la posibilidad de una acumulación de gases. La explosión parece quedar en segundo plano para los investigadores y, de hecho, fuentes consultadas por este diario, afirmaron que el motor que llevaba la zodiac estaba quemado pero no saltó en pedazos (lo que hubiera sucedido de haberse producido una explosión).

Por otra parte, según el jefe de zona de la empresa Pública Puertos de Andalucía, Javier Delgado, este tipo de incidentes no es habitual en estas embarcaciones, de hecho, "desde que yo estoy aquí -1993- no se había producido ningún accidente de este tipo".

Álvarez Colunga fue al Puerto Deportivo de Mazagón para navegar y tenía previsto ver una regata de veleros. La semana pasada, la 'Rac' había tenido un problema hidráulico que afectaba a la dirección del barco pero que ya había quedado solucionado. El día del supuesto accidente inicialmente buscó compañía para salir a la mar. El empresario farmacéutico se lo comentó a su marinero de confianza, que no pudo acompañarlo porque recientemente ha sido intervenido de una lesión en la rodilla y no podía navegar. Se lo propuso también a un matrimonio de Sevilla (los médicos que le han llevado su enfermedad) y a un tercer amigo. No pudieron acompañarle en su travesía.

Álvarez Colunga almorzó solo y se echó a la mar también solo. Su mujer se encontraba en Sevilla. Antes de zarpar, había pasado por su taller habitual, Broker de Servicios Náuticos, ubicado en el mismo Puerto Deportivo de Mazagón, y se dejó allí su bolsa de mano, que siempre llevaba consigo.

Alertada por la tardanza, la familia se acercó al Puerto y vio que el punto de atraque, en la calle 'C' del Puerto, estaba vacía. Salvamento Marítimo extinguió el incendio en el barco sobre las 19.00 horas y vio como se hundió el barco. El cuerpo carbonizado del empresario se encontró media hora después.