Urbanismo

La antigua casa de Carlos Herrera y Mariló Montero se convierte en nueve apartamentos turísticos

Uno de los apartamentos de la antigua casa Carlos Herrera y Mariló Montero.

Uno de los apartamentos de la antigua casa Carlos Herrera y Mariló Montero. / M. G.

Sevilla suma otro espacio para el alojamiento turístico en el centro de Sevilla. En este caso, la vivienda en la que vivieron los periodistas Carlos Herrera y Mariló Montero, separados hace más de una década. Esta vivienda familiar, ubicada en la céntrica calle Bailén, entre el Museo de Bellas Artes y la parroquia de la Magdalena, ha sido transformada por el estudio de arquitectura La Idea Proyectos en nueve apartamentos turísticos.

Una reforma integral que se ha centrado en la rehabilitación de algunos de los espacios, protegidos por la Delegación de Patrimonio municipal e Histórico Artístico del Ayuntamiento de Sevilla. Una labor que se ha realizado en colaboración con la constructora Hterrats respetando materiales tradicionales como los suelos de barro, los artesonados de madera o los alicatados de azulejo. "Un trabajo delicado que se ha combinado con mobiliario e iluminación actuales y el uso de colores frescos y materiales muy modernos para dar calidez y confort al visitante", comenta Reyes Iñiguez de Onzoño, encargada del interiorismo en La Idea Proyectos.

Uno de los dormitorios para turistas de la calle Bailén. Uno de los dormitorios para turistas de la calle Bailén.

Uno de los dormitorios para turistas de la calle Bailén. / M. G.

La casa, que previamente contaba con cinco dormitorios, siendo uno de ellos el estudio de grabación de Herrera, supuso un "gran desafío para el estudio" por su cambio de uso, indica Lourdes López, socia de Reyes. "Para cumplir con la normativa se ha tenido que trabajar con materiales como la forja, replicando el portón del garaje y las ventanas que dan a la fachada inicial, que por ley no se pueden tocar", explica la arquitecta.

El edificio, de unos 590 metros cuadrados, dispone de un patio interior propio de las casas tradicionales sevillanas, al que se accede a través de los nueve apartamentos resultantes tras la reforma. El nuevo complejo turístico mantiene la escalera original, también protegida, que ha sido restaurada respetando su estética inicial. Lo mismo ha sucedido en el caso de los azulejos y las galerías, a las que se han añadido macetas y flores colgantes que renuevan su apariencia. Todo ello sin perder de vista el toque tradicional. Además, en la azotea se ha diseñado un solárium con jacuzzi accesible para todos los huéspedes.

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