Caso Paco Salazar, cuando los subalternos asumen las responsabilidades políticas
El Consejo de Ministros destituirá hoy a Antonio Hernández, un secundario de Moncloa, como respuesta a las demoras de las denuncias de las mujeres
Al PSOE le revienta un 'me too'
Antonio Hernández (Sevilla, 1973) es un militante socialista de pedrea, uno de esos tipos a los que se cita con atención durante las largas noches de los congresos del PSOE cuando entran en las ejecutivas, pero del que nada se vuelve a saber, un cargo secundario de Moncloa de difícil comprensión, director de Coordinación Política, un subalterno del partido, un masón reconocido de la Logia Obreros de Hiram que es, hasta el momento, el único que ha asumido las responsabilidades políticas por el caso de Paco Salazar. En el PSOE las responsabilidades la asumen los subalternos.
El Consejo de Ministros destituirá hoy de su cargo a Hernández, militante de la agrupación centro de Sevilla, que ocupaba el puesto de director de Coordinación Política. Comenzó como asesor de comunicación del alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín y es hermano de quien fuera una de sus concejalas, Nieves Hernández. El caso de Paco Salazar le ha estallado tres veces ya al PSOE, y aún es posible que resuenen otros ecos. Desde luego, la destitución acordada con Antonio Hernández no lo soluciona. Si Salazar aún podía guardar ciertas relaciones en Moncloa y en Ferraz no se debían a él, sino a su ascendencia con quienes forman la Secretaría de Organización del PSOE: Rebeca Torró, Borja Cabezón y Anabel Mateos.
La acusación que se le ha hecho a Antonio Hernández durante estos días es que trató de ser comprensivo con su valedor, Francisco Salazar, cuando éste ocupaba el puesto de secretario general de Planificación Política en Moncloa, que era él quien le quitaba peso a sus comportamientos inadecuados, quien trataba de convencer a las empleadas de que todo aquello no era para tanto.
Y poco -o mucho- más. Quien era tachado de "mayordomo" de Salazar también ha sido señalado como el responsable de que éste siguiera teniendo un hilo directo con Moncloa, un papel que resulta a todas luces excesivas para el cargo que dejará hoy. Salazar dimitió como secretario adjunto de Organización del PSOE el pasado 5 de julio como consecuencia de la denuncia de dos trabajadoras de Moncloa, pero el trámite se demoró durante cinco meses, y sólo se comenzó a solventar cuando el Diario.es informó del cortocircuito.
Salazar dimitió de sus cargos en Ferraz y en Moncloa en julio, aunque abrió una consultoría electoral y política, que debe ser el nuevo destino de los ex dirigentes socialistas cuando se ven obligados a salirse del escenario público. Antes los cementerios de elefantes eran las diputaciones, ahora cualquiera con contactos monta una consultoría y se dedica a recibir encargos de sus anteriores colegas. En el caso de Salazar se ha citado como cliente a la Generalitat y al PSC, pero los socialistas catalanes lo han negado. La Sexta informó que también quería ampliar su asesoría a varios países americanos. Otros, desde fuera, citaron a Antonio Hernández como el contacto de confianza con el poder, y es eso lo que le ha costado el cargo.
Moncloa y Ferraz vendieron la destitución de Hernández el pasado domingo como una prueba de que los errores cometidos con la tramitación de las denuncias se han asumido, pero Hernández resulta insignificante en este asunto. Paco Salazar fue un hombre de Pedro Sánchez, de José Luis Ábalos y de Santos Cerdán, un nexo de la agrupación de Dos Hermanas con el núcleo sanchista. Cuando Cerdán fue destituido, Ferraz ideó una Secretaría de Organización colegiada, en la que la titular sería la valenciana Rebeca Torró, con Paco Salazar de número dos pero con la primacía de facto. Eso fue lo que se reventó con las denuncias del 5 de julio.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por Sharemusic!
Contenido patrocinado por Cibervoluntarios
CONTENIDO OFRECIDO POR AMAZON