El coche 'ponemultas' dejó de poner 26.000 denuncias en cinco meses
El vehículo está parado desde febrero porque el Ayuntamiento no ha renovado el 'renting' · El objetivo del Consistorio era que impusiera 200 sanciones al día
El coche ponemultas, que se puso en marcha en enero de 2007 como fórmula disuasoria para las infracciones del tráfico rodado en Sevilla y que permanece desde hace unos cinco meses aparcado por la finalización del renting, habría dejado de imponer como consecuencia de esta problemática 26.000 sanciones, con el consiguiente efecto del importante montante económico que el Ayuntamiento ha dejado de ingresar por este concepto.
En este sentido, fuentes policiales explicaron a Europa Press que, aún teniendo en cuenta que el ponemultas no suele salir a patrullar los fines de semana, el hecho de que el vehículo impusiera unas 200 sanciones al día -en dos turnos, a razón de un centenar por cada turno- daría como media unas 26.000 multas en este periodo. Sobre la cuantía que se ha dejado de recaudar, y aunque los operativos del coche están centrados en multar la doble fila -200 euros de sanción-, desde la Policía Local se señaló la existencia de otro tipo de infracciones susceptibles de ser controladas por el vehículo, como la invasión del acerado -150 euros- o la utilización indebida de los carriles de servicio público -100 euros-.
Además, las fuentes consultadas distinguieron entre sanciones con carácter leve -con atenuantes tales como la presencia del conductor- y graves, indicando que hay algunas cuya gravedad está implícita, como el estacionamiento en un paso de peatones. Por otra parte, señalaron que otros vehículos utilizados por la Policía Local, como el radar, el furgón de los controles de alcoholemia y los todoterrenos, se encuentran en la misma situación en lo que respecta al agotamiento del renting. La única actuación de la administración en los últimos tiempos para paliar esta carencia la utilización de un vehículo para los controles de alcoholemia cedido por la Dirección General de Tráfico (DGT).
Fuentes de la Policía Local añadieron que estos vehículos cuentan con un importante componente de aparatos electrónicos que durante todo este tiempo permanecen sin revisar, por lo cual existe un gran riesgo de que se estropeen y luego su reparación cueste más cara. En su tramo inicial de funcionamiento, el ponemultas tuvo problemas de software que obligaron en varias ocasiones a detener su actividad.
De hecho, fuentes adscritas al Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (Sppme) en el Consistorio hispalense explicaron a Europa Press que el vehículo "no ha llegado a funcionar bien al ciento por ciento", ya que éste siempre tenía algún problema, bien fuera por las cámaras, bien por el sistema informático o en la notificación de las sanciones.
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