El puesto de control del Giraldillo que instaló el IAPH está desmantelado
En una fecha por determinar se dejó de vigilar la evolución de la veleta, repuesta en 2006
El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) restauró el Giraldillo de Morel hace ya más de seis años. Mientras duró la obra, la Giralda estuvo rematada por una réplica que ahora luce en el atrio de la Puerta del Príncipe. Con motivo de la bajada de la veleta, la subida de la réplica y la posterior reposición de la original, se habilitó el cuerpo superior de la torre una oficina de control para evaluar el comportamiento de la réplica del Giraldillo en primera instancia y del original ya restaurado después. Se medía la fuerza del viento y se evaluaba el sistema de giro y la eficacia del pararrayos. Seis años después, el cuarto de control ha sido desmantelado, como se aprecia en la fotografía que ilustra esta información.
Fuentes autorizadas del IPAH no se pronuncian al respecto. Tan solo se limitan a confirmar que los técnicos han recibido la invitación del Cabildo para examinar el estado de las veleta. Se trata de aprovechar el andamio actualmente instalado en el penacho de la torre y, al menos, realizar un examen visual. Pero nadie del IAPH informa sobre cuándo se desmanteló el puesto de control, ni si sigue haciendo falta seguir realizando ese seguimiento o si se puede realizar desde otro emplazamiento.
El Cabildo Catedral, preguntado al respecto, tampoco tiene constancia oficial de nada. El órgano rector del templo ignora si el IAPH dispone de información sobre el funcionamiento de la veleta por otros medios técnicos que no sean los que se instalaron en su día en la oficina hoy desmanteladas.
En esta dependencia tan solo quedan las mesas, dos sillas, cables pelados, cuadernos de seguimiento de los vientos trabajados a mano y el aviso que dejó un técnico con su nombre y número de teléfono en caso de incidencia.
Un primer trabajo de observación realizado por los técnicos en la mañana del pasado 17 de enero sí permitió concluir que el Giraldillo goza de un buen estado de salud. El equipo que dirige el arquitecto Alfonso Jiménez, maestro mayor de la Catedral, subió a lo más alto del alminar y comprobó que la Giganta no presenta ningún problema aparente ni de funcionamiento ni respecto a los materiales. Pero del examen del IAPH aún se está pendiente.
Vídeo: Antonio Pizarro
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