El Hotel Doña María en los últimos días han estado trabajando en los últimos días más de 20 personas para atender sólo a seis clientes. Económicamente a la empresa le hubiera sido más económico trasladar a los huéspedes a otro establecimiento, pero fiel a su filosofía de satisfacer al turista el hotel ha permanecido abierto. "A la propiedad le da mucha pena tener que cerrar, hace muchos años en temporada baja era habitual no tener vendidas más de una docena de habitaciones y aún así se estudió no tener que cerrar pero las razones ahora son sanitarias, no económicas", explica Manuel Domínguez, director de este céntrico hotel, en la calle Don Remondo.

Los últimos clientes volarán este miércoles a sus países y el hotel quedará clausurado. Ya son casi un centenar los que han tomado esta decisión en Sevilla. El resto tendrá que hacerlo cuando se publique en el BOE la ampliación del decreto por la crisis del coronavirus, que ya se ha anunciado.

Según explica Manuel Cornax, presidente de los hoteleros sevillanos, en la capital se está cerrando desde hace días, mediante una comunicacioón a Turismo y a la Policía Nacional. Y a la espera de que las empresas decidan el procedimiento para la presentación de los ERTEs, se está optando por dar vacaciones al personal.

Ya apenas quedan turistas. El éxodo comenzó hace días, incluso antes de decretarse el estado de alarma, y y este martes un total de 73 establecimientos hoteleros habían comunicado su cierre en Sevilla, según los datos de la asociación de hoteleros. Este miércoles por la mañana la Federación Andaluza de Hoteles y Alojamientos Turísticos elevaba la cifra a más de 90 y a casi 600 en toda la comunidad. Algunos cerraron el lunes, como el Hotel Colón, uno de los de máxima categoría, para desolación de sus directivos, desbordados pero unidos por una causa común: salir lo antes posible de esta situación de crisis sanitaria y ecómica.

Estos días, en la mayoría de los hoteles se ha solicitado que las reservas para los próximos meses se hagan on line y con la condición de que quedarán sujetas a los cambios que se experimenten día a día. Nadie se atreve a aventurar cuánto durará esta situación de alarma.

Como apuntaba el director del Hotel Doña María, hay otros establecimientos de alto nivel donde el personal ha triplicado estos días al número de personas alojadas, una situación insostenible que algunos empresarios han querido mantener en su política de satisfacción y trato exaquisito al cliente.  Muchos trabajadores del sector nunca han vivido algo parecido, pues hay hoteles que se han resistido a cerrar sus puertas incluso en los momentos peores cuando Sevilla sí contaba con una temporada baja muy acusada. Hace algunos años que esta situación desapareció con el gran auge que ha experimentado el turismo en la capital. 

En las viviendas de uso turítistico la situación no es muy distinta. Algunos gestores consultados aseguran que ya no tienen nigún cliente y algunos mantienen una tasa de ocupación inferior al 10%. No se trata de turistas por regla general, sino de personas desplazadas por motivos de trabajo o negocios que no han podido regresar a tiempo a sus países y se han visto atrapadas. En esta circunstancia han optado por una vivienda turística mientras solucionan su problema.Aunque también hay casos de gestores que llevan días intentando que los huéspedes abandonen la vivienda. 

De hecho, este tipo de alojamiento sólo puede ofrecerse en estos momentos a trabajadores movilizados de empresas que han reforzado sus plantillas, como supermercados por ejemplo; militares o personal sanitario que están trabajando de lleno en esta crisis.  

En esta línea, la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía, que agrupa a unos 9.000 pisos con cerca de 45.000 plazas, ha puesto a disposición de las autoridades sanitarias sus recursos de alojamientos para atender de manera gratuita a personal sanitario.