Sevilla

La familia del joven que murió tras ser detenido quiere que se investigue a los dos guardias por homicidio imprudente

Los agentes de la Guardia Civil practican maniobras de reanimación cardiopulmonar al detenido.

Los agentes de la Guardia Civil practican maniobras de reanimación cardiopulmonar al detenido. / M. G.

La familia del joven que falleció en septiembre pasado tras ser detenido por la Guardia Civil quiere que se investigue a los dos agentes que intervinieron en el arresto por un presunto homicidio por imprudencia, según ha confirmado a este periódico el abogado Luis Romero, que representa a los padres y que ha asegurado que tras ver los vídeos grabados por el padre la actuación policial le recordó a la muerte del afroamericano Eric Garner en Nueva York, que dio origen al movimiento Black Lives Matter.

El letrado ha explicado que está a la espera "desde hace mes y medio" de que el juzgado de Instrucción número 2 de Sevilla admita su personación para ejercer la acusación particular, en la que solicitará que se investigue por un delito de homicidio imprudente a los dos agentes de la Guardia Civil que intervinieron en el arresto del joven Carlos B. G., de 37 años, al considerar que por parte de estos funcionarios se realizó un "uso desproporcionado de fuerza", ha aseverado el letrado, que ha recordado que en los vídeos que ha difundido en las redes sociales el padre de la víctima se observa cómo el joven "está boca abajo y no puede respirar", mientras se le está "oprimiendo el tórax".

Luis Romero ha precisado que cuando vio las imágenes "tuvo la sensación" de que se trataba de un caso similar al de Eric Garner, que murió asfixiado en 2014 en Nueva York durante una actuación policial, mientras manifestaba a los agentes "I can't breathe" (No puedo respirar). 

La actuación policial se produjo, ha precisado el letrado, a instancias de los padres de la víctima, que informaron a la Guardia Civil de que su hijo, que era consumidor de sustancias estupefacientes, se había puesto agresivo en casa y había roto el cristal de una mesa, por lo que avisaron a la Guardia Civil para ver si podían ayudarles a "calmarlo". A la llegada de los agentes del Instituto Armado, el joven se resistió, insultó a los agentes e incluso les lanzó un martillo, que afortunadamente no llegó a impactar a ninguno de ellos.

Sin embargo, el padre, Ángel B., que durante todo momento grabó la actuación policial, recordó que su hijo "estaba vivo" al inicio de la intervención policial y tras la actuación de los agentes "estaba muerto", ha añadido el letrado, que ha señalado que los agentes lo dejaron "prácticamente inconsciente".

La autopsia determinará las causas de la muerte

A la espera del resultado de la autopsia, que es la que determinará las causas exactas de la murete, Luis Romero ha señalado que por ahora lo único que conocen es que la muerte se produjo el 19 de septiembre -una semana después de la detención- por una "parada cardiorrespiratoria".

Durante esa semana que el joven estuvo hospitalizado, asegura el letrado de la acusación particular, estuvo siempre sometido a ventilación mecánica y cuando esta asistencia se le retira es cuando se certifica la defunción, pero desde el arresto nunca volvió a despertarse. La víctima tenía problemas de apnea y aunque se le hicieron pruebas médicas, no dormía con la máquina de respiración ni mascarilla.

El caso está ya en manos de la Justicia, en concreto, del juzgado de Instrucción número 2 de Sevilla, que ha incoado unas diligencias previas para tratar de esclarecer los hechos y está precisamente a la espera de recibir el informe de autopsia para conocer las causas de la muerte.

El juzgado ha citado a los padres de la víctima el próximo 6 de febrero de 2023 para que presten declaración y hacerle el oportuno ofrecimiento de acciones.

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