"El diagnóstico precoz continúa siendo hoy el instrumento más útil para curar el cáncer de mama". El doctor Rogelio Garrido Teruel, jefe de servicio de Ginecología y Obstetricia en el Hospital de Valme, y catedrático de la Universidad de Sevilla, explica que en los últimos treinta años los avances en los tratamientos han supuesto un cambio radical en el pronóstico y en la esperanza de vida de las afectadas. No obstante, la detección de la lesión en sus fases iniciales mediante las campañas de prevención y el autocuidado de las mujeres continúa siendo la mejor estrategia para superar este tipo de tumor cuya tasa de supervivencia es elevada cuando se detecta a tiempo.

Ante la celebración hoy lunes 19 de octubre del Día Mundial del Cáncer de Mama, el doctor Garrido explica que la incidencia del cáncer de mama ha aumentado en los últimos años con unas tasas más elevadas en el entorno urbano que en el rural, según estudios contrastados. "Hoy el cáncer de mama tiene muchos apellidos y el tratamiento varía en función de ellos. Los tratamientos han avanzado mucho, con la aparición de terapias más selectivas para cada tumor", asevera. El doctor Garrido Teruel atesora una trayectoria fuertemente vinculada a la atención de estas pacientes, que ha sido reconocida por el Colegio de Médicos de Sevilla en la entrega de sus Premios Galeno. "Desde que comencé en la Medicina como residente me interesé por el cáncer de mama, principalmente a raíz de la muerte de una mujer joven por esta enfermedad, que me impactó mucho", explica el especialista. Aunque la población de entre 50 y 65 años es la considerada de diana en los programas de prevención; el cáncer de mama puede aparecer a cualquier edad, también en mujeres jóvenes menores de 30 años.

En la entrega de los Premios Galeno, el Colegio de Médicos también ha reconocido la labor del doctor Garrido como cooperante en misiones humanitarias, como el terremoto de Haití, que destaca en su trayectoria. "Todos los años acudo una o dos veces a Haití, concretamente a un centro de salud localizado en el sureste", explica. "Desde hace quince años me embarco en este tipo de misiones de cooperación. En situaciones de pobreza, en las que no hay medios a los que estamos acostumbrados, ni para una radiografía, un médico se engrandece", concluye.