"Los empresarios de Sevilla no se han adaptado a la nueva realidad económica"
Juan Antonio Gilabert se retira de la primera línea sindical tras cinco años al frente de UGT-Sevilla por "motivos personales" · La Unión Provincial inicia hoy su XI Congreso Ordinario, marcado por la crisis
Cuando acaba de cumplir 51 años de edad y 33 de afiliación, Juan Antonio Gilabert (Cádiz, 1958) afronta sus últimas horas como líder de UGT en Sevilla. El sindicato inicia hoy su XI Congreso Ordinario, en el que Gilabert cederá el testigo a José Figueroa, el candidato de la única lista que se presenta a la votación.
-¿Por qué no opta a la reelección?
-Por una decisión personal que tomé hace cuatro años, aunque quiero decir con satisfacción que todas las federaciones de UGT-Sevilla me pidieron que repitiera. Pienso que no es bueno estar más de siete u ocho años en un mismo puesto sindical, político o de gestión. Pasado ese tiempo, creo que lo mejor es renovar los equipos y que entren personas con más ganas.
-Cuando llegó a la Secretaría General de UGT-Sevilla, en abril de 2004, dos de los temas que más le preocupaban eran Altadis y Astilleros. Altadis ha desaparecido y Astilleros sigue en dificultades.
-Altadis se resolvió razonablemente bien. Quiero decir que el Ayuntamiento de Sevilla se portó. La izquierda, el grupo socialista-comunista, no permitió ningún tipo de recalificación sobre esos suelos sin un acuerdo con las organizaciones sindicales. El caso de Astilleros sigue siendo una preocupación importante. El problema de los actuales dueños es que no tienen dinero para mantener esa industria. Y es necesario que la Junta intervenga para buscar un socio capitalista que permita mantener el empleo y la actividad industrial. Nosotros estamos convencidos de que los dos astilleros pueden ser viables. El de Sevilla tiene que ser el eje fundamental y el de Huelva complementar con barcos más pequeños.
-No obstante, hemos perdido dos referentes industriales.
-Por favor, a Astilleros no lo dé todavía por perdido. Evidentemente, Altadis nos produjo dolor, y más a los que se quedaron sin trabajo. Pero quiero ser positivo porque Sevilla tiene muchas posibilidades. Somos la primera provincia de España en energía renovable. Debemos explotar el turismo interior de la provincia. Por ejemplo, estoy seguro de que hay gente de la Sierra Sur que nunca ha ido a la Sierra Norte. Y la aeronáutica tiene que ser nuestra gran experiencia.
-Dos fotos con la patronal en 2009: Pacto por la Vivienda y el Plan+34. ¿Significa eso que el clima laboral de Sevilla es bueno?
-No. Una cosa es un acuerdo institucional, y otra el clima laboral, que no puede ser bueno porque hay 185.000 personas apuntadas en las oficinas de empleo. La situación laboral de España, Andalucía y Sevilla es complicada.
-Pero de puertas afuera, la movilización sindical parece escasa.
-Nosotros estamos en permanente movilización contra los ERE o los incumplimientos de convenios. Distinto es si vamos a hacer o no una huelga general. Y ésa es una decisión que siempre hemos tomado autónomamente. Si se da o no, será siempre en el momento que nosotros creamos oportuno. Lo que no vamos a hacer es que nos dicten cuando los sindicatos tengamos que hacer una huelga.
-¿Sería diferente la movilización con un gobierno de otro color?
-No es cierto. Sólo hay que remitirse a la historia y a las hemerotecas. Al Gobierno socialista se le hicieron tres huelgas generales. La primera fue cinco años después de que ganara las elecciones, y a la derecha siete años después de gobernar. Siempre que hemos hecho una huelga general fue porque se intentaba cambiar sin consenso la legislación de los trabajadores y trabajadoras, o por un recorte de prestaciones sociales. Excepto en una huelga de medio día que convocamos contra la guerra de Iraq.
-Un informe reciente vaticina que el 75% de las empresas del ladrillo habrá desaparecido antes de 2013. ¿Qué alternativa puede haber a la construcción?
-Primero, el 85% de las empresas sevillanas tienen menos de cinco trabajadores. La patronal sevillana tiene que empezar a pensar que debe asociarse y hacer una verdadera reforma, porque si no, no podrán vivir en un mundo globalizado. Segundo, nosotros apoyamos que el sector de la construcción debe seguir vivo. pero basado en otro modelo al que hemos tenido. Lo fundamental es que se asocien y que sean un lobby, en el aspecto más positivo del término. Pero la microempresa tendrá graves dificultades.
-¿A qué se debe esa atomización del tejido industrial sevillano?
-Fundamentalmente a que no se adaptó a las nuevas realidades.
-Usted procede de la Federación de Servicios Públicos. ¿Qué le parece la polémica sobre el excesivo peso del empleo público?
-Aquí hay un mensaje demasiado contradictorio. Lo cierto es que en España, dentro de la media europea de los 15, es el país que menos empleados públicos por habitante. Por tanto, me parece que esa polémica es un ataque contra el estado del bienestar y por supuesto, contra los empleados públicos.
-No hace ningún bien un escándalo como el de Sevilla Global.
-Cualquier tipo de polémica en ese aspecto no es positiva. Pero tampoco conozco el tema a fondo para poder verter una opinión.
-¿Para cuándo una mujer secretaria general? ¿O es que el sindicalismo es cosa de hombres?
-No. Le puedo decir que para dentro de muy poco. Es más, en alguna provincia de Andalucía, que por respeto no voy a decir, es muy probable que en dos o tres meses ya sea una mujer secretaria de una unión provincial.
-Para alguien ajeno a un sindicato, resulta llamativo que se presente una sola lista a la elección.
-En nuestro caso suele ser muy común, aunque hay alguna excepción, como lo que ha pasado en UGT-Andalucía. Lo bueno es que no solo hay consenso en cuanto al equipo que va a dirigir la UGT en los próximos años, sino que también hay consenso en qué políticas tenemos que realizar en los próximos años, que es lo importante.
-¿A qué se va a dedicar ahora?
-Cuando acabe el congreso provincial, tengo pendiente una larga conversación larga con mi secretario regional. Y a partir de ahí, le diré. En último extremo, yo tengo un puesto de trabajo en Diputación de Sevilla desde hace casi 30 años. Pero, me gustaría seguir siendo útil a la UGT.
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