Antonio Muñoz | Alcalde de Sevilla

"Más allá del turismo, Sevilla no es un páramo desde el punto de vista industrial"

  • Quiere ser el alcalde que encuentre un modelo económico que no se base sólo en el turismo, cuya sombra es muy alargada en Sevilla: "Pero no nos peguemos un tiro en el pie"

  • Su apuesta por la cultura es clara, no sólo como ocio y entretanimiento, sino como instrumento de transformación social

  • "No podemos seguir siendo tan chovinistas"

Muñoz posa con la Avenida de la Constitución de fondo.

Muñoz posa con la Avenida de la Constitución de fondo. / Juan Carlos Muñoz

-Su política estrella ha sido el turismo, motor económico de la ciudad que se prepara para dar una vuelta de tuerca más. Es un modelo de éxito que va a exportar a otras áreas. Explique esto un poco mejor.

-Parte de los éxitos del turismo en Sevilla (sus indicadores de récord) son fruto de un trabajo muy bien engrasado entre el sector público y el privado. Esa alianza no se da con otros sectores económicos. Pero también se puede hacer promoción industrial. Hay ferias donde uno puede ir a poner encima de la mesa cuáles son las universidades que generan empleo, suelos disponibles, industria auxiliar para determinados sectores... Ahí cabe armar una propuesta de Sevilla como ciudad para desarrollar proyectos industriales. Aprendamos del modus operandi del turismo que tan buenos resultados ha dado y trasladémoslo a otros sectores.

-Como el aeroespacial.

-Sí, estuve en Dubái defendiendo la candidatura de Sevilla para el Congreso Internacional de Astronáutica. En las horas que pasamos allí pusimos de manifiesto que, más allá de conseguir el congreso, que se llevó Milán pero que tarde o temprano llegará, podíamos trabajar juntos en muchos aspectos para promocionar que vengan más empresas a Sevilla. Hay un campo por desarrollar aprendiendo de lo que hemos hecho bien en turismo.

-Fibes será ahí una pieza importante.

-Fibes, junto al Aeropuerto, el Puerto y el parque científico y tecnológico son los motores. A los empresarios les hacía una reflexión hoy. Tenemos el mejor palacio de congresos de España, eso no es chovinismo sevillano, lo dicen los organizadores de eventos: por capacidad, adaptación tecnológica y profesionalidad del equipo humano. Intentemos celebrar allí ferias o convenciones que tengan que ver con nuestro potencial económico. En algunos casos ocurre, como con la moda flamenca. Ya somos una potencia en turismo, hemos conseguido traer el Tourism Innovation Summit... pues vayamos pensando en otro sector de la industria donde merezca la pena que Fibes sea un complemento comercial. 
Otro tema importante es, por ejemplo, el sector de la construcción y las infraestructuras sostenibles. Hoy se demandan otro tipo de materiales en la construcción y por ello vamos a celebrar aquí una feria que tiene que ver con la innovación. Ésos son los huecos de mercado que Fibes tiene que ir intentando localizar y que, si además están conectados con algún sector económico local o provincial o andaluz, son redondos porque cierran un círculo.

-Ningún alcalde ha sido capaz de encontrar un modelo económico que no se base principalmente en el turismo, ¿será el primero?

–Un turismo que pueda provocar molestias a los vecinos necesita correcciones. Pero también se ha puesto de manifiesto lo importante que es para la economía sevillana. No nos peguemos tiros en los pies con el turismo, corrijamos lo necesario. El turismo no es sólo hotel y hostelería, es un mecanismo para atraer inversiones.

Dicho esto, no me voy a conformar plácidamente con la recuperación turística, que estoy seguro que se va a producir, no me voy a acomodar en las buenas cifras, voy a trabajar por el turismo de Sevilla, pero quiero ampliar y diversificar la apuesta que tenemos que hacer en otros sectores: sector industrial en sentido amplio y el cultural. La cultura no es sólo el disfrute de un espectáculo, exposición o concierto, detrás hay pymes, autónomos, una creatividad fuera de lo común que no hay en otros territorios. Yo pretendo que sea, junto al turismo y la industria, un sector al que le demos un buen empujón.

Un ejemplo ya es el cine. Sevilla ha sido plató para películas famosas, ha tenido actores, actrices, directores... pero ahora hay una industria audiovisual importante, a diferencia de hace diez años. En Sevilla se rueda más que nunca, no sólo por la belleza de sus escenarios, sino por el entramado profesional y de empresa que existe y que es muy importante. Eso forma parte de la muy no conocida Sevilla que dice nuestra marca, hay que hacerlo visible. El Ayuntamiento puede ayudar, además de facilitando los rodajes, desde el punto de vista del marketing: se pueden hacer campañas publicitarias al igual que se hacen del turismo.

Quiero ser el alcalde que propicie una diversificación económica de Sevilla partiendo del bastión del turismo. Pero en Sevilla ocurren otras cosas. Quizás es que la sombra del turismo es alargada, como la Giralda, y eso ensombrece la pujanza de otros sectores económicos vinculados a la innovación.

-Habla de mirar en el espejo de otras ciudades españolas y europeas para implementar una transformación sostenible, completa y acelerada. ¿Nos pone algunos ejemplos?

-Más que fijarme en las ciudades en su totalidad, me fijo en proyectos: como el open streets de Nueva York (cierre de calles para actividades diversas), la ciudad de los 15 minutos de París, la intervención urbanística de la avenida Gazteiz en Vitoria, el urbanismo feminista en Viena o la peatonalización del centro histórico de Pontevedra. Igual que nosotros somos un ejemplo por el desarrollo del carril bici y vienen desde Norteamérica, o desde el norte de Europa, a visitarnos.

-¿Cómo le gustaría que Sevilla fuera dentro de 5 ó 6 años?

-Que fuera un referente europeo de una ciudad marcada por la cultura clarísimamente. Me gustaría ser el alcalde la cultura. Y en segundo lugar, Sevilla tiene que caminar hacia una ciudad más de economía verde, sostenible. No es un tema de derechas o izquierdas. ¿Cuál es la ciudad que vamos a dejar a las siguientes generaciones? Hay que configurar ciudades más amables para el disfrute del espacio público. Quiero celebrar, no sé cuándo, un gran congreso de experiencias de ciudades más amables y sostenibles. Ahora se está escribiendo mucho sobre eso. Y me gustaría que Sevilla pudiera albergar cada uno o dos años un foro para reflexionar sobre esas cuestiones.

-¿Tiene también gestores de referencia?

–Me gusta mucho Anne Hidalgo en París (PS). Y me gusta mucho el proyecto del alcalde de Pontevedra (BNG), que es médico, Miguel Anxo Fernández Lores. Pero más que un alcalde o alcaldes, lo que veo es que hay una coincidencia en temas como la necesidad de restringir el coche privado en el acceso al centro histórico. Restringirlo más o menos, pues hay posiciones más conservadoras que apuestan por restricciones muy ligeras y gente más cercana a los postulados ecologistas que requieren limitaciones más duras.

–¿Y en qué posición está usted?

–Con la experiencia del Plan Centro, que luego fue derogado, hoy la gente está más concienciada. No es lo mismo hoy que en 2011. En esos años las peatonalizaciones eran muy censuradas, hoy no tanto. Hay un cambio de mentalidad. Hay que hacer un tipo de implantaciones graduales mirando los intereses de los distintos colectivos. La limitación se tiene que producir, se está produciendo en todos los sitios, no nos podemos quedar descolgados de esa línea de intervención, pero no por una moda, sino porque hay que pensar en el patrimonio, en los mayores, en los jóvenes. ¿No nos acordamos ya de la fachada de la Catedral llena de hollín? Ocurría no hace tantos años.

-La nueva marca Sevilla es un proyecto que lleva su sello. ¿Cómo está funcionando? ¿Se prevé una campaña de lanzamiento internacional?

–El lanzamiento de la marca ha coincidido con la Covid y el cambio en la Alcaldía. Y cuando se retome la normalidad habrá un desarrollo importante. El mensaje que subyace en la marca es muy necesario. En Sevilla te distraes y descubres fachadas, patios, un bar... algo que siempre te sorprende, aunque lleves muchos años aquí. La marca es muy versátil y va a permitir que podamos estar no sólo en ferias de turismo, sino en otros ámbitos para reclamar esa posición de Sevilla en el mundo. Sevilla debe ser ambiciosa y aspirar a ser capital del Sur de Europa y el momento es oportuno. Si se mira el contexto europeo, las ciudades más pujantes son las ciudades medias como Lyon, Milán, Marsella, Sevilla... Las grandes metrópolis como Londres, París o Roma tuvieron su momento de esplendor, pero ahora los grandes crecimientos se producen en ciudades del tamaño de Sevilla.

–No va a abandonar la línea de proyección internacional.

–Para nada, todo lo contrario. Vamos a pisar el acelerador en el momento en que merezca la pena, porque ahora muchos esfuerzos de marketing no convienen pues hay muchas promociones congeladas, no se puede viajar como antes. Hemos intentado mantener la llama encendida, eso sí.

–Sevilla tiene buenos embajadores fuera y dentro.

–Sevilla tiene muchos prescriptores, gente que habla bien y que no vive en Sevilla. Es una ciudad muy amable, no resulta antipática, de la que todo el mundo tiene un buen recuerdo o quiere conocer o repetir la visita... Eso tenemos que aprovecharlo. Y no sólo desde el punto de vista turismo, debe ser una ciudad para los nómadas digitales, para gente que hace teletrabajo, para creadores que pueden estar diseñando en Manchester y también aquí. Tenemos que convertirnos en una ciudad mucho más atractiva y eso requiere marketing y el marketing irá con la marca.

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