Un experto descarta daños en la estatua de Curro Romero

Una acción espontánea que no ha generado daños añadidos a la acción vandálica. El abogado Joaquín Moeckel requirió ayer a un notario para que levantara acta, con fotografías incluidas, del estado de conservación de la estatua de Curro Romero, tras un informe realizado por un experto en metalurgia que descarta que el monumento sito junto a la plaza de toros de la Real Maestranza sufra daños producidos por la limpieza realizada por el propio letrado y sus colaboradores, que quisieron denunciar la "desidia municipal".

El notario refleja en el acta un reportaje fotográfico con el estado de la estatua antes de la limpieza y después. Se observa que aún quedan zonas con manchas de pinturas rojas (como las manos) y restos de grafiti en el pedestal. El letrado solicita que los técnicos de Urbanismo terminen de limpiar el monumento al torero.

El informe elaborado por Manuel Bernal Andamoyo, experto en metalurgia con más de 25 años de docencia, no detecta en la figura esculpida ningún vestigio de pátina: "La pátina no ha desaparecido en ninguna parte del monumento o no existe en la actualidad en ninguna región, si es que realmente ha existido en algún momento". La inspección ocular realizada al monumento desvela que el bronce ha experimentado el desarrollo automático de cualquier metal. Nada de daños por la limpieza. Es más, el experto considera que si la pátina ha existido alguna vez, "desaparecería primero por la aplicación de la pintura y no del disolvente utilizado en la limpieza, ya que las pinturas, además de aceites y pigmentos, tienen también disolventes". El profesor concluye que el monumento no ha sufrido cambio alguno.

La intervención de Moeckel provocó que Urbanismo pospusiera la intervención a la espera de un nuevo informe de evaluación de posibles daños. El Ayuntamiento denunciará al abogado si confirma que su limpieza provocó daños a la estatua aún más graves que los de las pintadas antitaurinas.