Las familias con hijos en el CEIP San Isidoro, en pleno centro de Sevilla, se han llevado un buen susto. El pasado 13 de abril los empleados del servicio de comedor tuvieron que cambiar sobre la marcha el menú previsto esa jornada al percatarse de que uno de los platos preparados tenía moho, lo que indicaba que la cadena de frío se había interrumpido y que los alimentos no estaban en buen estado para ser consumido por los menores. 

De este grave percance tuvieron constancia los padres porque los alumnos lo comentaron días posteriores. Una vez que le preguntaron a los monitores del comedor le confirmaron tal extremo, lo que ha alertado a las familias sobre la calidad de los víveres que se sirven en dicho centro, abastecido por la empresa de catering Aramark, que presta este servicio en numerosos comedores escolares de Sevilla. 

Según explicó la dirección del colegio tras consultar con la proveedora, se había producido una avería en las instalaciones de conservación de la comida, lo que había provocado que el segundo plato incluido en el menú del 13 de abril, compuesto de "espirales a la mediterránea con dorada", contuviera moho. Pese a dicha explicación, las familias siguen intranquilas, pues desconocen desde cuándo se produjo ese fallo y cuánto tiempo llevaba almacenada la comida. Lo cierto es que, una vez que los monitores se percataron del problema decidieron cambiar este plato por albóndigas en lata. 

"Como consecuencia de ello, los niños que asisten al comedor no recibieron la cantidad prevista, recomendada y ofrecida por la empresa y, en definitiva, apenas comieron ese día. Y todo ello, ante el absoluto desconocimiento de las familias. Esta falta de información constituye un incumplimiento de lo establecido en su pliego de condiciones", lamentan los padres en un escrito de queja que firmarán y enviarán tanto a la Delegación territorial de Educación (que se encarga de la contratación de los catering de comedor) como a la de Salud.  

No se trata, según los padres, de un hecho aislado, ya que son muchas veces las que los niños comentan la mala calidad de la comida. A este respecto, las familias cuestionan la conveniencia de que una empresa con sede en Cataluña sea la que se encargue de elaborar los platos, cuya preparación se hace con "demasiada antelación" y usando unos componentes que ayudan a preservar la cadena de frío, compuestos que, en opinión de estos padres, "no son saludables" para la dieta de los menores. Por tales motivos, piden que se contrate a un catering "de proximidad".

Ante estas afirmaciones, Diario de Sevilla ha consultado en la web de Aramark, donde se informa de que la empresa cuenta con una cocina central en Sevilla, galardonada en 2016 con el premio Excel 45.

La calidad de los menús de los comedores escolares ha sido una queja constante los últimos años por parte de las AMPA andaluzas. Por tal motivo, la Consejería de Educación ha comenzado a apostar por que este servicio cuente con cocina propia, que contribuye a dar más sabor a los platos y que no tengan que guardar una cadena de frío tan larga. Resulta complicado, no obstante, que todos los centros de enseñanza con comedor cuenten con dicho equipamiento.