El Gobierno confirma que la muerte violenta de una mujer en Valdezorras fue un crimen machista

Violencia de género

El Ministerio de Igualdad ratifica que la víctima, presuntamente asesinada por su pareja, tenía 47 años y no había denunciado al hombre, un ciudadano español de 45 años

Investigan la muerte violenta de una mujer en una vivienda en Valdezorras

Agentes trabajan en la zona del suceso en Valdezorras.
Agentes trabajan en la zona del suceso en Valdezorras. / Antonio Pizarro

La muerte violenta de una mujer en el barrio de Valdezorras fue un crimen machista. Así lo ha confirmado este lunes el Gobierno, a través del Ministerio de Igualdad, que ha elevado a 27 las víctimas mortales de la violencia machista en lo que va de año y a 1.321 desde 2003, que es el año en que empezaron a recabarse datos. Los dos últimos casos son el de Sevilla y otro en Barcelona.

Según ha confirmado el departamento que dirige Ana Redondo, la víctima de Valdezorras era una ciudadana española de 47, no tenía hijos menores de edad y no le constaban denuncias por violencia de género contra el presunto homicida, un ciudadano español de 45 años con quien mantenía una relación de pareja aunque no vivían juntos.

El suceso ocurrió poco después de las 11:00 horas en la calle José María Sánchez Estévez, en un núcleo anexo al barrio, al margen derecho de la A-8008. La víctima fue hallada en el número 3 con heridas de arma blanca en el abdomen. Su pareja, vecino de toda la vida del barrio, fue detenido en el lugar como presunto autor del crimen. Él mismo alertó a su propia madre y a su hermana, así como a los servicios de emergencia, según fuentes de la investigación.

La víctima era “poco conocida”. No residía en el barrio, aunque mantenía una relación desde hace unos cuatro años con el ahora detenido. El supuesto homicida, por el contrario, era muy conocido en Valdezorras pero la opinión sobre su reputación distaba mucho de ser unánime. Mientras algunos lo describían como una persona "muy normal", otros vecinos más cercanos trazaban el perfil de alguien conflictivo, con un historial de altercados, problemas con las drogas y denuncias previas por comportamientos violentos.

Uno de los casos más llamativos, según relataban los residentes, ocurrió en un bar de la zona, donde llegó a amenazar a una vecina con el cuchillo con el que untaba mantequilla tras varios roces previos. En otro episodio llegó a colocar chinchetas en la tostada de un conocido. Más recientemente se le atribuyen pintadas en un coche aparcado frente a la casa de su padre, muy próxima a donde ocurrieron los hechos.

Los vecinos relataron a este periódico que precisamente la vivienda en la que residía el detenido y donde, presuntamente, mató su pareja fue comprada por sus progenitores con la intención de que se independizara pero mantenerlo vigilado.

Justo la noche del sábado, unas horas antes del crimen, varios vecinos vieron llegar al inmueble un pedido de comida rápida a la casa. Fue la propia víctima quien salió a recogerlo. Ya el domingo por la mañana, otros vecinos aseguraban haber visto a la pareja a primera hora paseando a su perro. Nada hacía presagiar que unas horas después, en torno a las 17:45 horas, se estuviera produciendo en la misma vivienda el levantamiento del cadáver de la mujer tras horas de investigación por parte de los cuerpos policiales.

La detención del presunto autor se produjo sobre las 13:30 del mismo domingo, según contó a este medio un vecino que sacó la basura y presenció el momento en el que el sospechoso era arrestado, esposado y reducido en el suelo por los agentes. "Se veía venir", comentaba otro vecino, que aseguró que el detenido era una fuente constante de conflictos en el vecindario.

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